Me gusta esta noticia. Forma parte de esas escasas informaciones que alegran el día y que me entusiasma dar y lanzar a los cuatro vientos. La firma de lujo Chanel España, (www.chanel.com) con motivo del C aniversario de su deseado perfume Nº 5, ha llegado a un acuerdo con el Real Jardín Botánico de Madrid, que pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), para financiar el proyecto de la Rosaleda. El Jardín Botánico, el más emblemático de España, fue mandado crear en 1755 por Fernando VI y su misión es la de promover el conocimiento, la conservación y el disfrute de plantas y hongos, así como de su medio natural. Cuando podamos viajar libremente es uno de los lugares a visitar. Sin dudarlo.
La Rosaleda es un espacio de 2.800 metros cuadrados, en el que habitan más de ciento cuarenta especies distintas de rosas, donadas por Blanca de Urquijo. Para situarnos, es la zona más cercana al Paseo del Prado y adyacente a la Puerta del Rey, diseñada por Francisco Sabatini. Los trabajos se realizarán en los cuatro cuadros que conforman la Rosaleda. El objetivo es mejorar el estado de las plantas y enriquecer esta parte del jardín con nuevos rosales que datan de los siglos XVIII y XIX. Con esta colaboración de Chanel, el Jardín Botánico seguirá ofreciendo a sus visitantes un lugar único para disfrutar de sus flores y plantas.
Es verdad que desde la creación del perfume nº 5 en 1921, Gabrielle Chanel se desvivió por la calidad de las materias primas utilizadas. Luego lo hizo la marca, que en 1987 firmó un acuerdo con el mayor productor local de flores de Grasse para mantener los cultivos de rosa centifolia de mayo y el jazmín y preservar la misma calidad olfativa del original. Según informan desde la firma, «en todos los productos de belleza, Chanel mantiene ese compromiso con la naturaleza: es la base de su inspiración y el origen de sus conocimientos. Crea cultivos justos en colaboración con sus productores por todo el mundo y valora la tierra desde un punto de vista agroecológico, protegiendo los patrimonios vinculados a las plantas».
Pero vamos a hablar un poco del perfume por excelencia, el nº 5. Ideado por Ernest Beaux y bautizado por Coco Chanel, esa gran experta en marketing, entre otras disciplinas. Fue el primero en llevar el nombre de la marca en su envase. Un frasco minimalista para los tiempos barrocos que corrían cuando nació, el año 1921. Un frasco que en sí mismo representa el lujo y la exclusividad no sólo del perfume, sino del legado de Chanel. Como curiosidad fue la primera esencia con aldehídos, las sustancias químicas que lograron que el nº 5 no pudiera asociarse con el olor de nada conocido. No obstante, la señorita de la Rue Cambon se salió con la suya. Quería «una fragancia de mujer, con olor a mujer». Este año cumple cien y está más joven que nunca.