Dicen algunos entendidos en distintas materias, que el poder adquisitivo, el «glamour», el estilo y la personalidad de la mujer se mide por su lencería; vamos, por su ropa interior de quita y pon. Es verdad que es una indumentaria que dice mucho de su propietaria. Si es austera, si es recatada, si es quiero y no puedo…Claro que últimamente, como estamos todos tan tiquismiquis, puede decir mucho sobre sus determinadas alergias cutáneas que la obligan a llevarla de algodón orgánico.
Personalmente, me gusta mucho la firma Etam (www.etam.es). Una firma centenaria. En 2016 cumplió cien años. Su nombre, creo que ya lo he contado en otra ocasión, tiene su origen en el material etamine. Un tejido con el que sus fundadores confeccionaban sus primeras piezas, claro que hasta 1924 no empezaría a dedicarse oficialmente a la lencería femenina, a la ropa íntima de mujer. Hoy traemos a telademoda algunos de los últimos diseños de la firma, donde el body ocupa un lugar estelar.
Me estaba acordando que el body se puso de moda en los años ochenta después de la película «Nueve semanas y media» con Kim Basinger y Mickey Rourke. Todo el mundo quiso hacer juegos malabares en la intimidad remedando a esta pareja que, según parece, se llevaban a matar en la vida real. Las cosas del directo… Ahora, no sabemos si a raíz del confinamiento/»confitamiento», los bodys vuelven a ser estrellas de la mañana a la noche.
Los de Etam son muy «chic». O sea, elegantes, seductores, con tejidos delicados como el punto y el satén para camisones informales pero con su sello distinguido. Y luego está la nueva colección de bodys, una pieza indispensable en el vestuario de hoy, aunque lleva ya algunas temporada diciendo aquí estoy yo. Los juegos entre la transparencia y la opacidad están muy conseguidos. Hay profusión de encajes gráficos, de escotes profundos y de tirantes cruzados en la espalda. El dorado no falta para conjugarlo con el negro en conjuntos de noche, avivados a veces con el verde anís, el color de moda de este principio de temporada.