Los Levi’s del lejano Oeste

Que levante la mano el que no haya tenido unos Levi’s en su vida…No veo ninguna. Tener cualquier prenda Levi’s era y es un signo de distinción. Distinción con tintes rebeldes, pero distinción al fin y al cabo, aunque la rebeldía sea también de salón. Para este otoño-invierno, la emblemática marca ha lanzado una serie de prendas inspiradas en el lejano Oeste, en los inicios de la compañía, cuando Levi Strauss abrió su fábrica textil de venta al por mayor en el litoral de San Francisco en 1853, vistiendo así a los pioneros de la época.

Parece que nacemos con una afición desmedida a la moviola, a volver al pasado. Este revival continuo sirve a los hacedores de tendencias para justificar este constante mirar hacia atrás sin que nadie cuestione la falta de novedades. No están los tiempos para experimentos,  y además, ya lo dijo el clásico: «los experimentos, con gaseosa». Pues visto lo visto, el déjà vu está más déjà vu que nunca, pero nos va la marcha, sobre todo si las prendas merecen la pena, como en este caso.

Esta exposición tan fresca y moderna de los clásicos más valorados y conocidos de la firma, la veremos el próximo otoño-invierno en Icons Reinterpreted. Las prendas están inspiradas en el lejano Oeste, en el western, pero filtradas a través de la refinada visión japonesa, dice la nota de prensa. Estos nuevos clásicos han sido re-imaginados para un futuro intemporal, para ese futuro que ya es presente de cuidar y mimar las prendas como si nos fuera la vida en ello. O sea, como se hacía antes de que nos creyéramos los reyes del Mambo y nos diera por usar y tirar, olvidándonos de que lo barato es caro.

En esta colección conviven la cazadora Trucker, el 501® o la camisa western de colores, con estampados y prints contemporáneos. La cazadora Trucker, que a mí me encanta, y que fue rediseñada en 1962, llegará el próximo otoño con inesperados detalles en su hechura. Para hombre, se apuesta por una silueta más «slim» (liviana, delgada) para llevar con camiseta o por debajo de un abrigo. Las mujeres, en cambio, dispondrán de la cazadora trucker kimono índigo de mangas anchas (recuérdese que la colección ha pasado por el filtro nipón) o la trucker negra desgastada, con tachuelas. Ambas perfectas para un «look cultural «cool»; es decir, de progre del XXI.

El jean 501® se reinventa para encajar en el cuerpo otoñal (de estación, no de edad, aunque se aceptan las dos acepciones). El masculino contará con las perneras más estrechas, pero sin perder un ápice de su comodidad, mientras que el de mujer será más sexy y femenino. Detalles sorprendentes como tachuelas, lavados desgastados y el short 501®, ofrecen una amplia gama de posibilidades. ¡Ojo con los shorts!; no son aptos para todos los públicos.

Y llega la camisa western tanto masculina como femenina. Inspiradas en los archivos de Levi’s®, -porque las hemerotecas no sólo sirven para desmentir a los políticos-  sus innovaciones de diseño sorprenderán a los veteranos seguidores de la marca y a los neófitos. Para hombre, originales patchworks y acabados desgastados y para la mujer, tonos empolvados como el rosa, muy acertado, con delicados pespuntes. O sea, que volvemos a los Levi’s de siempre; aunque sean pasados por el tamiz nipón.  A los del lejano Oeste, pero aquí, el lejano Oeste siempre lo hemos tenido muy cercano.