Incombustible vaquero

 

Que de aquí no salga, pero a Coco Chanel no le gustaban los vaqueros. Abominó tanto de ellos que en justo castigo a su falta de visión de futuro, su heredero Karl Lagerfeld decidió un día cortar por lo sano.  Se cargó del tirón ese estilo, a su juicio demasiado aburguesado, que había impreso a la firma la Mademoiselle y lanzó una colección de vaqueros con tweed (el tejido marca de la Casa) ribeteado en oro. De ser una prenda revolucionara  pasó a estar en los fondos de armario más distinguidos. Porque el vaquero además de incombustible es tan versátil como un político.

 

Me encantan los vaqueros de todo tipo y en toda su amplitud, chalecos, faldas, chaquetas (Moschino hizo unas imperecederas), bolsos… Nunca se han ido del panorama de la moda, pero ahora las firmas más punteras han decidido lanzar modelos que marquen las curvas femeninas. Ya se sabe que está en auge la mujer ánfora, la mediterránea, arquetipo femenino de caderas rotundas, que, según nuestros ancestros, eran señal de fertilidad.

 

 

 

 

Los vaqueros se convirtieron en un símbolo de rebeldía que es, al parecer, y paradójicamente, sinónimo de comodidad y relajo. Su origen fue obrero, pero su inventor, Oscar Levi Srauss, un judío bávaro de 24 años, fue un tipo con la rapidez de reflejos necesaria como para hacerse rico y legar a sus herederos un patrimonio en forma de marca de ropa que no la tumba ni un tsunami. En la segunda mital del siglo XIX, cuando la fiebre del oro en Estados Unidos, surtió de pantalones de tejidos gruesos a aquellos intrépidos aventureros. Para hacerlos más resistentes les puso un doble pespunte y más tarde remaches de cobre.

 

 

Ahora, los genuinos Levi’s  han lanzado una línea global de vaqueros llamada Curve ID, donde prima  la silueta  femenina por encima de la talla. Llevan un año empeñados en esta cruzada. Con tal fin realizaron un escaneo tridimensional del cuerpo de 60.000 mujeres. Así, llegaron a identificar tres siluetas difrentes: la slight, la demi y la bold. Ahora andan por España haciendo un casting para encontrar un trío idóneo a esas medidas.

 

 

Mientras tanto, miles de hombres y mujeres se enfundan cada día unos vaqueros. Todas las firmas los han incluido en sus colecciones, desde Pedro del Hierro Sport, (un acierto esta línea que acaba de cumplir un año), a Mango. Hay quien sabe llevarlos como nadie, por ejemplo, la escritora Carmen Posadas y no sé si se debe a su  buen tipo o a su gran personalidad. ¿Usted qué cree?