Había ganas de verano, de empezar a relajar costumbres y a que los olores ambientales nos recordaran que en nada vacaciones. Que en nada, libertad de movimientos, libertad de horarios y ropa y calzado cómodos. Es verdad que el verano nos ha sorprendido con un calor sofocante, pero siempre nos quedarán los Pla, un zapato artesanal, hecho a la medida y a las necesidades de este tiempo. Un zapato hecho como manda la ley.
Los Pla (www.pla.org.es) son naturales de Mallorca, aunque es un calzado cosmopolita y realizado según los códigos de comercio justo; o sea, según la ley del respeto a los derechos de los trabajadores y a la Naturaleza. Calzar unos zapatos sabiendo que han sido confeccionados con estas pautas da no sólo seguridad y comodidad a nuestros pies, sino la satisfacción de saber que nadie se ha saltado las reglas que velan por la dignidad del ser humano.
La diseñadora de moda y calzado e incansable viajera, Irene Peukes es la artífice de esta empresa que permite estrenar zapatos diferentes y muy prácticos para el estío. Tenemos, por ejemplo, el modelo Tramuntana, hecho a mano por las artesanas de Bangladesh con una sola trenza de yute. El yute es un material resistente, sostenible y de gran importancia económica para muchos pequeños agricultores del país.
Tanto las artesanas como los agricultores que participan en la elaboración de los calzados Pla lo hacen a través de Cáritas Bangladesh, institución que trabaja según el Código de Prácticas de Comercio Justo. Este modelo se suma a los dos ya existentes, «Bonanova» e «Illetes». Pero además, los amantes de este tipo de zapato y los conocedores de la labor de Irene Peukes en la moda sostenible están de enhorabuena. Hay otra novedad.
Es una sandalia con suela de madera y tiras de colores. Sus cintas de algodón están tejidas a mano por artesanas en Guatemala. Su enorme habilidad para este tipo de trabajo manual permite hacer realidad los diseños creados por Irene Peukes. Las cintas están dotadas de gran resistencia, se adaptan al pie y en algunos de los modelos pueden ajustarse manualmente para aumentar la comodidad de su usuario.
Esta sandalia viene a engrosar la lista de otros modelos: «Formentor» «Llevant» y «Deiá». Su suela de madera es ligera y anatómica permitiendo que el pie esté cómodo y que la pisada sea suave. Los zapatos, que se diseñan en Mallorca también se terminan en Mallorca, donde se elaboran las suelas, que son unidas por zapateros artesanos locales, que concluyen así todo un proceso totalmente manual. ¡Ganas de Pla!