Sí, puede parecer increíble e incluso una ironía, pero el sector del lujo no sólo flota en las aguas turbulentas de la crisis, sino que llega a buen puerto. Y no solamente por los ansiados cruceros. Realmente, no me han sorprendido los datos que he leído en el portal modaes.es, porque la historia siempre ha demostrado que en épocas de recesión el lujo se dispara, como se disparan las diferencias entre una clase y otra. Según la edición de 2014 del estudio Global Powers of Luxury Goods, elaborado por Deloitte y que recoge modaes.es, en el pasado ejercicio fiscal, que se cerró en junio de 2013, las 75 mayores compañías del mundo de bienes de lujo lograron unas ventas de 171.800 millones de dólares, a pesar de la desaceleración de la economía global.
“El último de los mendigos siempre posee una bagatela superflua. Reducid la naturaleza a las necesidades naturales y el hombre no será sino un animal”. Escribió Shakespeare y el discurrir de la vida le ha dado la razón. Bien es verdad que ceñido a los consumidores de clase alta y media alta de los mercados emergentes, que en este caso han sido los que han propiciado estas cifras, increíbles para aquellos que sudan la gota gorda para no llegar ni a fin de mes. La investigación, según los datos facilitados por modaes.es, se centra en la elevada concentración de compañías de lujo con sede en Francia, Italia, España, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos.
«Estos seis países representaron casi el 87% de las principales empresas del sector y proporcionaron el 90% de las ventas de bienes de lujo globales en 2012. España y Reino Unido siguieron de cerca a Francia, Italia y Suiza, los tres países con mejores resultados obtenidos en el sector del lujo, mientras que Estados Unidos obtuvo el menor margen de crecimiento». A la cabeza del sector está el todopoderoso grupo LVMH, un conglomerado multinacional francés, dueño de más de sesenta marcas punteras de todo el mundo, la española Loewe entre ellas. Con sede en París, está presidido por Bernard Arnault, el cuarto hombre más rico del planeta.
Según puntualizó Ira Kalish, jefa de Economía de Deloitte Global, y recoge la referida información, »a pesar de estar operando en un entorno económico problemático, las compañías especializadas en bienes de lujo obtuvieron mejores resultados que otras empresas de productos de consumo y que las economías globales en general. Para lo que queda de este año, esperamos un crecimiento en las economías desarrolladas para contrarrestar los riesgos que aún existen en los mercados emergentes». Además, el estudio identifica los tres factores clave que han definido las fusiones y adquisiciones en el sector de bienes de lujo en el último periodo: Globalización, integración de la cadena de valor y consolidación como estrategia de crecimiento. Así que, como dijo Oscar Wilde, no podemos permitirnos el lujo de prescindir del lujo. Sobre todo económicamente…
1 comentario
Muy interesante este blog y distingo. Felicitats
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