Coco Chanel, Gabrielle, como se la está llamando en el año de su merecido homenaje, ya lo había advertido en su momento: la manos delatan la edad y la condición. Así que se puso manos a la obra y en 1927 creó una crema específica para ellas. Ahora, la Casa francesa acaba de reinventar La Crème Main, un cuidado completo para las manos y las uñas que hidrata, suaviza y aclara la piel, dentro de un objeto que subyuga por su belleza. En lugar del típico tubo, Chanel ha preferido darle la forma de un «guijarro», con un diseño singular y ergonómico, en perfecta armonía con la mano.
Este atractivo recipiente, ideal para llevarlo en el bolso, esconde una importante innovación técnica que ha necesitado más de cuatro años de colaboración entre los equipos del departamento de imagen, la dirección artística y el laboratorio de formulación. En el interior del envase, se encuentra un pequeño compartimento retráctil que contiene y protege la fórmula. Basta con presionar el envase para liberar la dosis de crema que cuidará con esmero las manos de la mujer. Con el tiempo, el compartimento se retrae, pero el envase con memoria de forma permanece intacto. Aislada del contacto exterior -la fórmula está protegida del aire y de las impurezas- su estuche se mantiene limpio. Pues a echarle mano.