Loewe, la firma española de lujo por antonomasia, aunque a veces le den delirios de «cutreza» (palabra que debería adoptar la RAE) ha vuelto donde solía. Donde solía es a editar esos pañuelos de seda maravillosos con temas monográficos. Recuerdo a vuelaordenador (antes a vuelapluma) el dedicado a la tauromaquia o al Rocío, sin olvidar el de las bodas reales, con motivo del enlace de la infanta Elena. Pañuelos que también he visto enmarcados como obras de arte. Pues ahora ha querido rendir homenaje al mantón de Manila, ese complemento tan castizo que España hizo suyo a pesar de tener origen oriental. El pintor Antonio Ballester Moreno lo ha reinterpretado con su estilo naif en una colección de vivos colores. A partir de este momento llevar un mantón de Manila de Loewe será mucho más liviano. Porque para llevar un buen mantón, de esos que se bordan en Villamanrique de la Condesa, en el taller de Ángeles Espinar, la primera bordadora que tiene en su haber la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, o los que venden los anticuarios Bastilippo en Sevilla hay que comer. Más que comer, meterse un buen cañonazo de puchero entre pecho y espalda, según dice el pueblo andaluz, que es muy sabio. Eso o ser Matilde Coral, que lo mueve con la destreza del que le han salido los dientes revoleando mantones. Loewe ha vuelto donde solía. Habrá que seguirle la pista.
15 comentarios
Amazing experience
No me he puesto nunca un mantón de Manila pero los he visto preciosos en alguna de las bodas que he ido a Sevilla y Córdoba. Qué post más original. Esta chica escribe muy bien, debe ser mayorcita. Las jóvenes no escriben así, con tantos datos.
Hola, que acertado el comentario de Fabiola, yo opino igual. Loewe metió la pata con el dichoso anuncio de los cutrepijos y ahora puede enmerdarlo con estos pañuelos que tienen un pintón. Me gustan a rabiar los mantones de Manila buenos y son muy femeninos. Que vuelvan por favor, que hacían muy elegantes a las mujeres.
Me encanta Loewe, aunque algunas veces hasta los grandes se equivocan. Eso los hace más amables y queridos¿No creeis?Me gustan muchísimo los mantones bordados de Ángeles Espinar y los que atesoran mis amigos Braulio y Fernando en Bastilippo.Y me haría muy feliz vover a verlos en la bodas y fiestas como antaño, tan especiales, hermosos y apropiados para nuestro clima no muy frío y bastante desconcertante.Propongo volver a ellos.No tienen punto de comparación con los trapitos de gasa que solemos llevar sobre nuestros hombros en estos dias¡Brindo por ellos!
Ja,ja,ja, me encanta lo de euros venid a mí. Pero a mi también que quiero comprarme este bonito pañuelo de Loewe y si los euros son muchos también un mantón de Manila y una mantilla de Ángeles Espinar. He dicho.
He tenido la suerte de ver a Matilde Coral, en el teatro Maestranza de Seviila, revolotear un mantón de Manila en una de sus actuaciones. Como dice Juan Garramiola, parece que el tiempo se para. Aunque no sea lo mismo, sea bienvenida la iniciativa de Loewe, que, en efecto, no debería olvidar sus orígenes y el buen gusto.
Yo soy una gran fan tanto de los mantones como de los pañuelos, aunque no uso mucho estos últimos de un tiempo para acá, pero tengo una colección. También tengo 3 mantones, uno pertenecía a mi bisabuela materna y lo he heredado yo. Fue bordado por las monjas del Convento de Santa Clara de Carmona hace no se cuántos años… fue el regalo que le hizo a su nieta (mi madre) el día de su boda. Los otros dos uno fue bordado en Cantillana y el otro en Villamanrique, este último es de fácil manejo por su tamaño, es digamos, el que más uso. Pero siempre que puedo intento disfrutar de todos porque es una pieza que me encanta y la considero muy elegante y sobre todo un gran patrimonio de la mujer andaluza el cual no debemos perder. Gracias Clara, como siempre me chifla tu artículo.
Espero que no se pierda, aunque estos años nos han afectado en ventas, algo bueno hemos podido hacer que es sacar diseños nuevos con coloridos mas nova dores y se han creado autenticas joyas.
Me encantan los mantones de hecho estoy trabajando en una coleccion de corbatas inspirada en sus bordados.
Yo tengo la suerte de ver los infinitos dibujos que hace el volar de un manton, como sus flecos acarician el aire y como el tiempo se para, cuando Mª del Mar Berlanga con el baila.
Soy fan de los pañuelos, mi colección va aumentando y sin duda me falta un Hermés y un Loewe. Como dice Olga, euros venid a mi!!!
Mira que su uso ha mermado mucho en los últimos tiempos,y de ser una prendas imprescindible en la feria de abril o en las bodas,pasó a dejarse guardada en los armarios.Y mira qué es bonitaaa.Me encantaría que volviera con fuerza,es muy nuestra.Pero,eso sí!! difícil de llevar con arte y estilo,porque si lo le sabes dar el aire que merece,lo desmereces.Yo tan sólo tengo uno liso negro sin bordar de seda antigua que no sé de cuántas generaciones atrás es,pero es enorme y yo bajita y me arrastra como una loca,por más que me empeño en buscarle mil posiciones.A ver si tengo dinerillo y me compro uno en Ángeles Espinar tan bonito como la mantilla que de ella ha adquirido mi suegra.Euros!! venid a mí!!
Hola, si le resulta muy largo, puede cambiarle por ejemplo el fleco a otro mas corto podría darle mas obciones.
Los pañuelos de Loewe me gustan mucho, son muy elegantes.
Me encantan los pañuelos de Loewe y so maravillosos pero con respecto al mantón de manila dónde se ponga un mantón antiguo con bordados en los que no se distingan ni el revés del derecho y esa seda que chasquea al doblarlo no creo que que se puedan comparar.
En fín como coleccionista de mantones de manilaa que soy me gustaria verlos.
Me encanta como bordadora de mantones de Villamanrique de la Condesa, su comentario donde se ponga un buen manton de los que no tiene derecho ni revés y ademas con diseños y colorido escogidos por el cliente, que se convierten en prendas exclusivas que no te vas a encontrar otro repetido en ningún evento, eso solo lo consigues en los artesanos de donde sale el manton directamente y no en tiendas.
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