Cabezas expuestas

 

 

El cabello, al igual que la indumentaria, es un reflejo de la sociedad de cada momento. Paco Rabanne, que contrapone su frustrada videncia a su certero análisis de lo que le rodea, dio su peculiar dictamen al respecto. A saber: Melenas lacias, estabilidad económica y social; pelo cardado y flequillo levantado, cambio de régimen.  Son pinceladas, pero si quieren más información sobre la evolución del cabello no se pierdan a partir del 18 de septiembre la exposición Cheveux Chéris, en el Museo Quai  Branly de París.

 

 

 

 

La muestra, que estará abierta hasta julio del año que viene, exhibe un total de doscientas cincuenta fotografías, cuadros, pinturas, objetos etnográficos y multimedia, con gran dedicación a los distintos peinados de las actrices más emblemáticas de Hollywood. La feroz competencia entre rubias, morenas y pelirrojas en la gran pantalla y la influencia que sobre el resto de mujeres ejercieron los peinados que las diferenciaban desfilarán por la exposición. Por ejemplo, la pelirroja Rita Hayworth  que contaba con una legión de incondicionales.

 

 

Mujeres que la imitaron hasta la saciedad cambiando el tono de su cabello para «asemejarse» a la diva. Lo mismo sucedía con Marilyn Monroe o con Verónica Lake y su voluptuoso peinado que imprimía misterio a su rostro. El cabello abundante  y lustroso ha sido siempre para muchas culturas un símbolo de sensualidad femenina que había que ocultar para evitar males mayores. En algunas todavía permanece ajeno a las miradas de los extraños, refugiado en velos o pañuelos. En París lo que veremos serán cabezas expuestas y dispuestas a reflejar el espíritu de cada período de la historia.