QUIKSILVER: SUDADERAS 24 HORAS

por Clara Guzmán

He tenido dos sudaderas Quiksilver (@quiksilver) en mi vida. Una se la quité a mi hijo porque se le quedó pequeña, o eso creo… La otra, me la regalaron por un cumpleaños. La tercera creo que va a caer pronto después de ver la nueva hornada. Me gustan no sólo por su diseño, sino porque son duraderas. Se meten en la lavadora y no pierden su apresto; se mantienen ternes como el primer día. Cuestión un tanto difícil en estos tiempos en que se le ha prestado tan poca atención a la calidad del producto. Como si adquirir ropa de usar y tirar saliera barato…

Es verdad que va a costar cambiar la mentalidad de tanto consumidor de «gangas». Es verdad que no todo el mundo tiene poder adquisitivo para comprarse prendas de determinadas firmas, pero es preferible tener menos y de calidad que abarrotar los armarios con ingentes cantidades de prendas, algunas de un sólo uso. Yo, en lo tocante a ropa de sport, me quedo con firmas como Quiksilver (www.quiksilver.es). No sólo son estilosas, también son eternas.

Es verdad que soy de las que creen que este tipo de prenda sólo debe usarse para hacer deporte, aunque sea una Quiksilver, cuyo logotipo simboliza una ola y una montaña. Llevarlas de la mañana a la noche, como postulan en la firma, ¿por qué no? Pero quizás cuando se es joven, que es cuando todo sienta bien y además tu mundo gira en torno al deporte. De la playa, después de haberte enfrentado a las olas como un jabato, a la noche para tomar unas cervezas. O sea, es una prenda versátil además de cómoda. Y como su nombre nos sugiere, la sudadera fue confeccionada para absorber el sudor.

Parece ser que fue Benjamin Russell y sus hijos quienes en 1920 crearon el primer jersey hecho de algodón que sería conocido como suéter (del inglés sweater) con el objetivo de comercializarlo en los campus universitarios. ​ Antes de la llegada de esta nueva sudadera, los deportistas universitarios estaban equipados con un suéter de lana, que les hacían sudar una barbaridad además de irritarles la piel. Afortunadamente, hemos avanzado tanto en la calidad de los tejidos que ahora es incluso reconfortante ponerte la sudadera de la mañana a la noche.

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