La vida cuerda de Yves Saint Laurent

por Clara Guzmán
 
Telademoda
«No hay nada más  difícil que vestir a una sueca y nada más fácil que vestir a una mujer de color», dijo un día el diseñador Yves Saint Laurent en su vida cuerda de creador señero, esa  vida que siempre queda relegada en favor de la expectación que genera la otra, la vida loca. El director de cine novel Pierre Thoretton es el autor de «L’amour fou» («El amor loco»), un documental sobre  el lado oscuro del creador, financiado por Pierre Bergé, quien fuera pareja sentimental y socio del modista, fallecido en junio de 2008, a los 71 años de edad.

En el año 1971, el modista fue retratado desnudo por el fotógrafo Jeanloup Sieff

Con esta costumbre que se ha convertido en ley de contar las intimidades de los personajes fallecidos,  de esos que no pueden replicar, el supuesto lado frívolo del protagonista pasa a un primer plano,  en detrimento de sus verdaderos logros. Desgraciadamente, el morbo hace caja. ¡Climmm…!  Ojalá que no cunda el ejemplo y veamos  en breve una cinta sobre el ángel caído de Dior, el pobrecito hablador Galliano. En este documental,  estrenado recientemente en el Festival de Cine de Tribeca y cuyo mentor es el que fuera pareja y socio de Yves Saint Laurent, Pierre Bergé, la cámara hace parada y fonda en las adicciones del modista, el alcohol y la droga, aunque también se recogen imágenes y testimonios inéditos de quienes le ayudaron a levantar su firma, como una de sus musas más célebres, la aristócrata Loulou de la Falasie.

En su tienda Rive Gauche (buen perfume, por cierto) de Londres, en la década de los setenta

 
Coco Chanel
Nacido en Orán (Argelia), en el seno de una de las familias más acomodadas de la ciudad, fue un niño tímido y escurridizo, que paliaba el acoso escolar del que era víctima con su pasión por el teatro y la moda, además de andar bisbiseando  todo el día una especie de mantra que le ahuyentaba sus fantasmas infantiles: «Algún día seré famoso, algún día seré famoso». Y llegó a serlo, no sólo porque fue un puntal en su profesión, en un momento de esplendor para la moda, donde la competitividad era extrema, sino por el rico legado que dejó en el oficio de la aguja y el dedal.
Coco Chanel lo tenía en su punto de mira. Era un verdadero rival, un enemigo a batir. Por eso lo zahería desde su pedestal de reinona de la moda francesa. Si Yves Saint Laurent decía, por ejemplo: «Después del vaquero no hay nada que hacer. Me gustaría haber inventado el «blue jean»», la señorita de la Rue Cambon replicaba: «Aunque te vayas a vivir al campo no olvides maquillarte y vestirte. Por favor, no te pongas nunca vaqueros. Piensa que puedes encontrar al hombre de tu vida a la vuelta de cualquier esquina».

Helmut Newton fotografió este esmoquin de Saint Laurent

 

El esmoquin
La creadora que revolucionó la moda y los modismos  a principios del siglo XX, derivó muchas de las prendas del guardarropa del hombre hacia el de la mujer. La misma ocurrencia tuvo Yves Saint Laurent con un sonado éxito. Feminizó el esmoquin, un atuendo masculino por antonomasia, y le dio un especial encanto al trasvasarlo a la mujer. «El esmoquin – decía Yves Saint Laurent-, es un indumento para la eternidad. No lo abandonaré nunca. Además, la mujer nunca ha sido tan femenina como cuando ha ido vestida de hombre».
El negro fue un color fetiche para el creador, que se retiró de la escena en enero de 2002 tras cuarenta años en el mundo de la costura. También lo fue para Coco Chanel. «El negro es esencial», solía decir él;  «yo voy a hacer del negro un color», solía decir ella.
Por todo esto y mucho más me  hubiera gustado que el documental «L’amour fou» girara en torno a la trayectoria profesional de uno de los grandes de la costura.  Ya saben, corren malos tiempos para la lírica, que dijo un lírico.

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8 comentarios

Gonzalo G. 4 junio 2011 - 21:07

Pero a Saint Laurent no le debería importar que le criticasen. Ya lo decía Flaubert, «se puede calcular lo que vale un hombre por el número de sus enemigos, y a una obra de arte por los ataques que recibe». Ladran, luego cabalgamos, dice un dicho. Si eres un don nadie, nadie te ataca. Además, todo su trabajo habla por sí mismo, no necesita que alguien vaya poniendo esas pajas en el ojo ajeno. Saludos.

A.Giménez 7 mayo 2011 - 20:40

Me gusta esta entrada. Me entero de cosas curiosas.

María Pilar 6 mayo 2011 - 11:10

Me he enganchado a este blog. Me lo comentó mi hija. He dado unas cuantas clases de internet y aquí estoy. Me gustaría encontrar algo nuevo cada día, ¿podría ser o es mucho pedir?

Canela en rama 6 mayo 2011 - 8:38

Todos los artículos de Clara tienen mucha fuerza.

Africa LM 5 mayo 2011 - 13:48

¡Madre mia!¡Que fuerza!,no sabes lo que te vas a encontrar cuando empiezas a leer,el caso es que empiezas y si o sí acabas el articulo de un tirón.

Irene 5 mayo 2011 - 10:00

Muy interesante el artículo y la foto de la lluvia, preciosa.

¡¡ojuquecalo¡¡ 4 mayo 2011 - 22:09

felicidades Clara, siempre con esa pluma tan esquisita.

besos.

Carla 4 mayo 2011 - 20:44

Me encanta. Con este blog aprendo mucho.

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