Una tesis a la moda

Inmaculada de la Puente- Herrera, profesora de Filosofía del Instituto Miguel Servet de Sevilla, acaba de poner de moda las tesis sobre moda.»Si la Filosofía se centra en el sujeto, la cultura y la realidad, ¿cómo puede ignorar el fenómeno de la moda? Si ya existe una Filosofía de la tecnología, ¿por qué no una filosofía de la moda? ¡Fuera prejuicios y adelante con ello!»

Y dicho y hecho, con su «Reflexión filosófica sobre las teorías de la moda» ha obtenido la calificación Cum Laude, otogada por el tribunal reunido en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Sevilla. Su sesudo e interesante trabajo no le impide desarrollar con gran soltura otras facetas de su vida, como echarle filosofía doméstica a sus recetas culinarias para toda la familia.

El lujo eterno

-¿Por qué una licenciada en Filosofía siente curiosidad por indagar en el mundo de la moda?

-La moda ha estado presente en mis juegos infantiles. La ropa me la hacían en casa, pues mi tía materna era profesora de Corte y Confección. Un día me dio un retal muy grande me lo envolví en el cuerpo, le até a la cintura una cinta del pelo y se convirtió en mi traje de noche, que acompañaba con unos tacones de mi madre y un bolso. Más tarde, estando en el instituto, comencé a comprar revistas de patrones para poder hacerme mi ropa. Disfrutaba mucho con ello. Así que cuando voy de viaje no sólo miro en los escaparates de las firmas a las que no puedo acceder, sino que entro, contemplo la ropa y me detengo en el corte y las costuras. Aprendí a apreciar ese trabajo. Por otra parte, quiero comentar que yo estaba haciendo una tesis sobre Thomas Hobbes, centrándome en el problema entre naturaleza y cultura. Un día compré un libro llamado El lujo eterno donde se hacía referencia también al hedonismo actual y la moda. Entonces me detuve y comencé a buscar bibliografía sobre explicaciones del fenómeno de la moda, y me sorprendí que muchos autores que yo conocía habían tratado también la moda. Estos estudios parecían no haber tenido la relevancia suficiente respecto al resto de sus teorías. Además, he tenido la oportunidad de haberme acercado a las teorías de otros autores que no conocía así como a ámbitos desconocidos, como fue el caso de la semiología. Encontré obras donde se expone de manera sistemática el estudio que ese autor hace de la moda, pero en la mayoría de los casos tuve que rastrear y unificar la explicación que un autor ofrece de la moda a lo largo de su obra. Cada vez quedaba más claro que a algunos intelectuales les interesaba el tema de la moda, pero sin embargo estos estudios parecían quedar en el olvido. Mi tarea consistió por tanto en sacarlos a la luz y reflexionar sobre ellos para poder ordenarlos dependiendo de la respuesta que ofrecían a la pregunta: ¿Por qué en el mundo humano existe la moda.? De esta forma he podido poner de manifiesto que la moda no sólo es asunto de la Filosofía desde una perspectiva estética sino también desde la antropología filosófíca.Con esta investigación he aprendido muchísimo, hasta tal punto que mi tesis no la siento como una puerta cerrada sino que contiene muchos puntos de partida para seguir investigando.

El origen

-¿Cómo convence al profesor que dirige su tesis de que la moda no es frivolidad?

-No me hizo falta convencerle, resultó que también él está interesando en el tema. Me dirigió la tesis  Jacinto Choza Armenta, catedrático de Antropología Filosófica en la Universidad de Sevilla. Cuando le comenté que me interesaba el tema y que quería dejar la tesis que estaba haciendo, me animó a que continuase adelante, diciéndome: “este es tu tema y no te permitiré que lo abandones”.

-Max Von Boehn relaciona la actividad municipal de la Baja Edad Media con el refinamiento en el vestir, ¿está de acuerdo con esa teoría?

-Es cierto que la Baja Edad Media supone una auténtica revolución en el vestir. Anteriormente la ropa holgada y larga no marcaba la distinción entre sexos. A partir del siglo XIV aparece el traje corto y ajustado para el hombre, lleno de adornos y detalles. El traje femenino, aunque con variaciones respecto del prototipo anterior, continúa siendo largo y envolvente, suponiendo una ruptura menos significativa con el pasado que la que presenta el traje masculino.

A pesar de todo ello, considero que el origen de la moda no hay que buscarlo en esta época sino en la Antigüedad, como señala König, puesto que no debemos confundir moda con difusión a corto plazo.Teniendo en cuenta todo esto, sí hay que considerar la importancia de la aceleración de la moda que se produce en la Edad Media y que el refinamiento en el vestir se agudiza fundamentalmente en la esfera de la masculinidad.

-¿El ser humano necesita reafirmar y reafirmarse en su estatus social, económico, cultural y artístico y lo hace a través de la ropa que viste?

-Por supuesto, el vestido y el adorno supone una extensión del yo, un conjunto de signos visibles que ponen de manifiesto al otro, de manera inmediata, lo que queremos comunicar, sea status, rebeldía, distinción o cohesión en el grupo.

Moda y antimoda

-¿Cree que la aparición de firmas tipo Zara ha servido para democratizar la moda o es sólo un engaño?

-Este tipo de firmas son precisamente las que han contribuido a una democratización de la moda, puesto que todo el mundo puede acceder a los productos que estén de moda en ese momento. Además permite que podamos adquirir no sólo un número escaso de prendas, como puede ocurrir con firmas cuyos productos sean más elevados, sino una cantidad considerable. Permite, además, la posibilidad de adquirir vestidos de noche, casual, etc y la posibilidad de renovar nuestro vestuario con más rapidez. En definitiva, permite que todo el mundo siga la moda y que sus look sean mutables.

-Si Camus decía que un hombre rebelde es el que dice no, ¿una forma de rebelión sería decir no a la moda?

-Diríamos que más que a la moda, la rebelión se tiene respecto a los contenidos de una moda concreta, la dominante en ese momento. Aquí comienza la retroalimentación entre moda y antimoda, pues también esta rebeldía ha inspirado a los creadores de moda.

-¿Por qué la moda no se circunscribe al ámbito capitalista y es un fenómeno de gran aceptación en países con regímenes en sus antípodas?

-Pues precisamente esto pone de manifiesto que la moda es tan antigua como la humanidad. Ya Darwin manifiesta, a partir de su estudio de pueblos a los que él denomina “salvajes”, que el hombre no se viste por resguardar su cuerpo de los agentes climáticos. La moda por tanto es más universal de lo que simplemente parece y por ello tenemos que rastrear sus raíces antropológicas en la Antigüedad, aunque en este momento el cambio se centraba en los adornos.

La creatividad y el juego de la apariencia no pueden ser anulados fácilmente en el ser humano. Por ello, en la RDA existían pases de moda joven o en marzo de 1956, en Pekín, se anunció que en la República Popular China se presentaría su primera muestra de moda.

-Chanel, a la que usted considera un referente, decía que la moda pasa y el estilo permanece.

-Efectivamente, las modas son pasajeras pero los estilos permanecen puesto que suponen una interpretación estilística de la realidad… El estilo expresa una ruptura y una nueva perspectiva cultural. Lo que sí ocurre, tal como señala Dorfles, es que a veces determinados estilos comenzaron siendo modas y posteriormente cristalizaron como estilos y a veces los estilos se ponen de moda, puesto que no se agotan y permanecen en el tiempo.

-¿Cree que la alta costura ya está pasada de moda?

-La Alta Costura es la pura expresión del lujo. No ha pasado de moda sino que es una moda de élite y de unos pocos individuos. Hoy día muchas firmas de Alta Costura no reciben beneficios sólo de sus creaciones de Alta Costura, sino que presentan colecciones de diversos grados en el prêt-a –porter, además de sus productos de cosmética, perfumes, zapatos, bolsos, gafas y demás accesorios, que sí son de más fácil acceso.