El diseñador gallego (www.robertoverino.com) acaba de presentar en la capital de España su colección Belleza serena. Ha sido en el hotel Madrid Edition, dentro del marco de Madrid es moda y con una puesta en escena con la que ha querido condensar sus cuarenta años de trayectoria. Cuarenta años de moda esencial, de la que se eterniza en el armario con la complicidad de una clienta fiel, que sigue a pie juntillas el estilo Verino. Un estilo que, como ya dijo Coco Chanel, es el que de verdad permanece, porque las modas, así, en plural, ya sabemos todos que son fugaces.
Con la presencia de clientas, amigas y representantes de distintas entidades, como la presidenta de El Corte Inglés, Marta Álvarez, o Pepa Bueno, directora ejecutiva de Asociación de Creadores de Moda de España (Acme), Roberto Verino expuso su colección, en la que destacan sus prendas icono. Es decir, sus abrigos y «trenchs», sus pantalones fluidos, sus vestidos o la sastrería. En todas destacan sus líneas sencillas, arquitectónicas y sobre todo que son prendas intemporales. Una tendencia que abandera desde que empezara su andadura en la moda el año 1982.
La colección es una reflexión consciente del significado que en la segunda década del siglo XXI tiene el estilo Verino. Prendas intemporales que siempre han estado y están presentes en todas sus propuestas y que ya son parte del armario emocional de muchas mujeres. Las colecciones se crean a partir de sus prendas fetiches, adaptadas a cada temporada, pero respetando siempre el legado que nos han dejado los distintos oficios de moda. Sin olvidarnos de uno de los puntales de la marca: la calidad de los materiales.
Tras cuarenta años inspirándose en la belleza serena, la que no se marchita, porque se basa en la esencia, ha querido rendir homenaje a todas esas cosas eternas capaces de trascender en el tiempo, porque saben adaptarse a cada momento, porque son universales y se sobreentienden. El #estiloverino nace de un pensamiento desprovisto de artificios, a la búsqueda de la sencillez, la que quiere encontrar en sus prendas la mujer que necesita ir vestida sin desentonar desde por la mañana hasta que llega la noche.
Es verdad que en España se llegó tarde a vestir a la mujer ejecutiva, porque lo que primaba era vestirla de fiesta. Su incorporación al mercado laboral, que coincide en el tiempo con la aparición del prêt-à-porter, porque la moda va ligada a la evolución de la sociedad, propició la llegada de diseñadores que pensaban en una mujer activa fuera del hogar. Verino, desde su desembarco en el sector de la moda, supo adaptarse a las necesidades de esa nueva mujer que tenía que estar en perfecto estado de revista las veinticuatro horas del día. Y así continúa hoy. Todo un récord de coherencia.