No es la primera vez que la firma Mou (www.mou-online.com) visita telademoda. Mou es la marca por excelencia del calzado de culto londinense. Lo que más llama la atención es su confección artesanal, donde se emplean pieles y fibras naturales de magnífica calidad. Cálidos, resistentes y muy suaves, los modelos de Mou cautivan a sus seguidores por su estilo ecléctico y por esa inusual sensación de regreso a la naturaleza. Esa naturaleza a la que volvimos los ojos cuando nos entró el agobio pandémico y a la que deberíamos respetar con más afán si queremos preservarla.
Mou, como la gran mayoría, está esperando al frío para que los ciclos se cumplan y no andemos racionales e irracionales desorientados. El concepto de negocio de Mou se basa en la producción ética y respetuosa con el medio ambiente. La artesanía tradicional se evidencia en el cosido realizado en lana, que camina de la mano de la innovación en el diseño, para realzar la belleza natural de la piel en cada una de sus creaciones. Sus modelos se desarrollan pensando siempre en la comodidad y se complementan con suelas y acabados que perduran en el tiempo.
Perdurar en el tiempo ha vuelto a ponerse de moda en clara contraposición al «low cost», que aún sigue en el candelero y que será difícil desbancar, sobre todo en los hábitos del consumidor joven. La artesanía es sinónimo de eternidad. Una pieza hecha a mano y a conciencia se convierte en un codiciado legado para las siguientes generaciones. Tiene una historia detrás y muchas otras que vendrán.
La selección de Mou de este invierno incorpora nuevas siluetas que se suman a sus célebres botas de 18, 24 o 40 centímetros de caña en múltiples colores y acabados. Sin olvidar las divertidas «sneakers» y «trainers» (zapatillas), que esta temporada introducen pieles acharoladas y metalizadas en chispeantes colores. Tampoco dejemos atrás a los zuecos y mocasines destalonados, así como a las «slippers» (zapatillas de andar por casa) y a las Mou de montaña y après ski.