La muñeca Nancy, en el Museo del Traje de Madrid

 

 

Del 26 de septiembre al 19 de enero de 2014 el Museo del Traje de Madrid tiene programada una exposición-homenaje a la muñeca Nancy en el XLV aniversario de su nacimiento. Veinticinco diseñadores, integrantes de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME), han ideado y confeccionado un modelo para esta muñeca que acompañó la infancia (a veces juventud y madurez) de muchas niñas españolas. Había salido de la factoría alicantina de Famosa (Fábrica de Muñecas de Onil S.A.) el 8 de junio de 1968 y su autor fue Agustín Juan Aleixander  (Tino Juan).

 

Me van a perdonar pero nunca me gustó la Nancy. Todas mis amigas locas con la muñeca y a mí el que me gustaba era Nenuco, obra también del mismo autor. Me encantaba su cara de bebé y no sé qué opinaría Freud de estar vivo; un hombre que siempre anduvo buscándole tres pies al gato. Quizás lo atribuyera a mi incipiente instinto maternal, aunque creo que eso sería lo fácil para tan privilegiada cabeza. Lo llevaba incluso de veraneo desde Ceuta hasta Sigüenza, equipado con todos los modelitos estivales, que le hacía con primor mi abuela Pepa, y alguna que otra rebequita porque allí, en la estepa castellana, hace rasca hasta en agosto.

 

Sé que dices Nancy y acuden a la memoria un sinfín de recuerdos de infancia y adolescencia, de aquellos tiempos ajenos a tanta tecla y tanta virtualidad, cuando la edad del pavo te duraba más que la eternidad de un día de paro. Es la primera vez que vamos a ver a la muñeca patria luciendo modelos de Duyos, Ángel Schlesser, Nicolás Vaudelet, Antonio Alvarado, Devota& Lomba, Ana Locking, Helena Rohner…así hasta conformar los veinticinco creadores que han diseñado un vestido exclusivo para la ocasión.

La muestra, a la que se ha bautizado con el nombre de «Nancy se viste de moda», está organizada por Famosa, el Museo del Traje de Madrid y la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME)  y en ella también participarán los seis finalistas de un concurso lanzado por la marca alicantina de muñecas que, además de exhibir sus diseños recibirán becas de estudio. A Nancy le habían precedido  en el escalafón Güendolina (una pedazo de muñeca que tenía mi hermana mayor y que era casi gigantesca);  Cayetana, que fue bautizada por la propia Cayetana de Alba, Mariquita Pérez o Paulova.

 

Esas fueron las muñecas de las niñas españolas de muchas generaciones, pero Nancy fue la más avanzada o pretendidamente avanzada. En los anuncios de la época se presentaba como «una chica moderna, que trabaja, tiene una cara preciosa y unos cabellos que permiten todo tipo de peinados, un ropero lleno de modelos para todas las ocasiones, su dormitorio, sus maletas, sus postizos, sus bolsos…». O sea, Nancy había nacido en los años de las vacas robustas españolas, los sesenta, la década del aumento de la natalidad y de la consolidación de la clase media, ahora en peligro de extinción.

Según he leído en un reportaje de Las Provincias, inicialmente Nancy fue pensada con una medida de 56 centímetros, pero al final  se quedó con 42 centímetros de altura y una melena mucho más larga a como el artista la había imaginado, porque de esa manera era más comercial. En 1969 se pusieron a la venta sus primeros accesorios y poco después su ropero completo y su armario de madera. Nancy tenía ya todos sus avíos, pero, ¿por qué ese nombre? Dicen que  por aquellas fechas Frank Sinatra cantaba a dúo con su hija Nancy una canción que se hizo muy popular. No deja de ser curioso que la primera muñeca española que se hizo famosa más allá de nuestras fronteras ni siquiera se llamara Carmen. ¿Le echamos las culpas al marketing?.