Dicen que la derrota es huérfana y la victoria tiene cien padres. En el caso de la minifalda, que se sepa, la paternidad sólo se la atribuyen dos. A saber: la británica Mary Quant y el francés André Courrèges. Ahora que se cumplen cincuenta años de su invención, ¿a quién le importan los apellidos de una puretona? De todas formas, la minifalda sigue dando guerra, aunque ya ni siquiera es un indicativo de los buenos tiempos económicos, tan sólo de que la moda se ha vuelto conservadora.
Mary Quant es una avispada diseñadora que tenía una boutique en King’s Road, centro neurálgico de la bohemia londinense de los sesenta. Sus prendas, propias y ajenas, eran diferentes a lo que había en el mercado. Se llevó de calle a la juventud y se erigió con el cetro de inventora de la minifalda. Lo que verdaderamente impulsó fueron las piernas de colores. Puso de moda los leotardos y las medias de todos los tonos del arco iris desbancando a las clásicas negras o color carne, hoy color nude, que es más fino.
André Courrèges estudió ingeniería antes de dedicarse a la pintura y al dibujo de moda. En 1945 trabajó con Cristóbal Balenciaga como cortador y estuvo al frente del taller de costura que el vasco tenía en Madrid. En 1961 se independiza y crea su casa de modas en París. Al hilo de las enseñanzas del maestro de Guetaria, lanza colecciones de líneas simples, que no fáciles de ejecutar. Pero también y obsesionado por alargar las piernas de la mujer acortando la longitud de la falda, da vida a la minifalda.
Eran vestidos muy cortos en color blanco, con zapatos o botas planas del mismo color. «La bomba Courrèges», bautizó la colección la prensa, siempre dada a utilizar terminología castrense quizás porque incita a la guerra. La guerra incruenta, afortunadamente, llegó después porque nadie se ponía de acuerdo si Mary o André eran los artífices de esta bomba de relojería que acababa de estallar y que ha estado muy ligada a la situación económica del momento. Nació en la boyante década de los sesenta y sigue viva, a pesar de los quebraderos de cabeza que nos da la prima de riesgo.
La minifalda causó revuelo en España, tanto que hasta Manolo Escobar, cantante patrio por excelencia de la década prodigiosa, la sacó a colación en una coreada canción, donde su novia armaba la tremolina cada vez que se la ponía para ir a los toros. Nunca la moda fue tanto un reflejo de la sociedad del momento. Si el eterno buscador del carro la veía improcedente por desatar esos celos tan arraigados en el hombre hispano de pelo en pecho, Coco Chanel la menospreciaba por razones tan sutiles como la armonía y el equilibrio.
La señorita de la Rue de Cambon, que según sus detractores era un demonio y a juicio de sus seguidores un ángel de la guarda, dulce compañía, echaba pestes de esta prenda, que mostraba lo peor del cuerpo femenino. «Yo cubro las rodillas, porque una rodilla es una cosa horrible. Para que sea bonita debe ser redonda y los muslos grandes y duros». Cuando veía acercarse a una minifaldera solía decir enfurruñada: «Mira esos dos obuses que vienen hacia nosotros». Lo dicho, lenguaje guerrero. Claro que, como dice mi amiga Aurelia Medina, lo importante es tener en casa un espejo largo, que es el que suele frenar estas descubiertas antiestéticas.
36 comentarios
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Fantástico artículo e inmejorables fotos para ilustrar el cumpleaños de la minifalda. Enhorabuena. Como siempre la exquisita documentación está cortada con la maestría de tus observaciones y comentarios. Los amantes de la moda precisamos de un blog de esta categoría; donde los elementos que han ido conformando la indumentaria a lo largo del tiempo se relacionan con la creación, con el arte, con la literatura. A través de tus textos conocemos mejor a Coco Chanel, a Balenciaga y a tantos otros que han ido dando puntadas en esta Historia de la moda que nos fascina. Telademoda es un amplio perchero o un vestidor, ordenado, seleccionado, lleno de cajones con un profundo fondo
Felicidades por el artículo. Ha salido redondo.
aaaaaaaaaay la mini la mini,que recuerdos.recuerdo mis veranos en torrevieja mirando asombrado las minis de las suecas…que tiempos aquellos.
felicidades mini!!!!y que gran articulo clara,como siempre el faro-guia de la moda.
felipe.edinburgo
Viva la mini y mueran los prejuicios.
Ja,ja,ja, me encanta el artículo, el espejo largo es una verdad como un templo y lo de las rodillas horribles, también. A la Chanel no se le iba una.
No tener espejo largo en casa es un error. Me lo compré hace un mes y estoy feliz. Voy más segura a la selva de la calle.
Hola a los seguidores de Clara Guzmán. Resulta que es mi vecina y no lo sabía. Veía a una chica deportista todas las mañanas y muy elegantona alguna que otra noche y no sabía que era la bloguera que sigo desde hace meses. Qué cosas. Por cierto, tiene buenas piernas, ja,ja,ja
eh jr lo peor es ir de emocionado por la vida.take it easy
felipe.edinburgo
Qué pasada de artículo. Lo del espejo largo, genial, lo del color nude, de morirse de risa y lo de las rodillas cierto. Conozco pocas rodillas bonitas. Ah, la canción de Manolo Escobar es una muestra de la España de pandereta.
Viva la Minifalda, mueran los complejos. Dicho esto, pienso que es una prenda divertida, ¿ acta para todos los cuerpos?, esto le pasa a muchas prendas tanto de Sra. como de Cro., por eso creo que no solo debemos de mirarnos al espejo para saber si estamos bien con segun que prenda, tenemos que estar a gusto con la imagen que queremos dar y si nos vemos bien pues que nos importa lo que piensen los demas, lo que esta de moda o las tendencias del momento. Por que la imagen no es seguir la moda ni perderse en las tendencias. Es una cuestión de elegancia, aunque la imagen es decisiva y la primera impresion es la que vale.
Nunca te acostarás sin saber algo nuevo, y esta vez, más que algo! No tenía ni idea de la historia de la minifalda, y me ha encantado enterarme 🙂
Me encanta el articulo!!!
A mí me encanta la minifalda, para quien se la pueda poner, claro.
El artículo, genial, la canción de Manolo Escobar un puntazo. Como siempre esta periodista nos envuelve con su magia, la magia de las palabras que sabe utilizar de una forma tan magistral.
Buenas noches seguidores de Clara Guzmán.
Clara: Me encanta tu artìculo sobre la minifalda. Estoy de acuerdo con lo que pensaba CHANEL
sobre esta prenda, enseñar la rodilla no es elegante tienes que ser joven y tener unas piernas largas y muy bien torneadas.
A mí me encanta la falda corta cuando tienes unas piernas bonitas. Las rodillas son pate de las piernas,¿no?Las piernas bonitas suelen tener rodillas bonitas.No puedo imaginar unas piernas bonitas sin rodillas.Así que viva la minifalda para quien pueda ponersela. Un abrazo Clarita.
ja,ja,ja, yo tampoco tengo espejo largo. Me miro en el del portal, siempre me pillan los vecinos. Allí hago mis pruebas. De lado, de frente y de reojo. A veces vuelvo a casa y me cambio. Un espejo largo es la prueba de fuego para la minifalda. Enhorabuena y a mí las rodillas como que no. Las he visto horribles, las mías entre otras.
Magnifico artículo Clara, como siempre un 10!!! Yo cada vez me veo menos con minifalda, aunque no tengo espejo largo, uso el del ascensor que esta al ladito, en mi rellano… pero sospecho que es de esos que te hacen gorda…
Las rodillas traviesas son las mejores.
Magnífico artículo, bien escrito y documentado. Lo del color carne, genial y lo del espejo largo, magnífico.
¡Impagable la foto de «Zurich»! Estupendo artículo Clara.
Me encanta la ironía de esta señora. Lo del color nude es un puntazo, Ah, me gustan los diseños de Inmaculada Sancho. Chapeau.
Que sorpresa! Gracias Marcela, cuando necesites un modelito escríbeme:
inmasancho@hotmail.com
Un saludo.
Inmaculada Sancho, a mí también me gusta una buena rodilla y he conocido alguna que me ha trastornado. Pero creo que lo del espejo largo es vital. Ahí le doy la razón a Aurelia Medina, la amiga de la bloguera. Buena tarde a todos los lectores de este interesante blog
Estoy totalmente a favor del espejo. Yo me miro en el del ascensor o en la mampara, y si me siento happy no me mirooo
Me encanta lo de las rodillas. Es un mito? De verdad os parecen las rodillas feas?. Cada dia lo escucho de la boca de mis clientas, entonces me fijo y bueno… Hay de todo. Pero de ahí, a generalizar y decir que la rodilla es fea, me parece excesivo, más feos son los codos y los lucimos más.
A mí, las rodillas me gustan.
Y a vosotros?.
Me encanta lo de las rodillas. Es un mito? De verdad os parecen las rodillas feas?. Cada dia lo escucho de la boca de mis clientas, entonces me fijo y bueno… Hay de todo. Pero de ahí, a generalizar y decir que la rodilla es fea, me parece excesivo, más feos son los codos y los lucimos más.
A mí, las rodillas me gustan.
Y a vosotros?
A mi las mías no me gustan demasiado, ganan con tacón, pero son otra parte de mi cuerpo como mi nariz, mis orejas, mis ojos, son mías y por eso las quiero. Unos días me siento más guapa y otros menos. Ole por los primeros días.
Siempre elocuente y provocando sonrisas, enhorabuena artista!! Besos
Totalmente de acuerdo con lo del «espejo largo»…
Hola Clara y decirte que me encantan las minifaldas, si bien yo, ahora ya no tengo años para seguir usándolas; hay que ser consciente de ello, pero como me gustan con unos leotardos bien tupidos, en todos los colores, como MarY Quant.
Este verano mis vestidos de seda eran minifalderos, si bien yo los he usado más de blusón, con pitillo.
Nunca pasará de moda mientras haya chicas con buenas piernas, como las hay y habrá.
Un beso Clara
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Me ha encantado escuchar la canción de Manolo Escobar. Es para tirarse de risa. Qué blog más simpatico.
Curiosa historia!! … una de las prendas que jamás pasarán de moda.
Enhorabuena una vez más por el artículo Clara!!
besos, Marta
Pues a mi me gusta mucho, ha sido una prenda muy utilizada en mi vida, creo que me la empece a poner a los 16 años , me compre una en París y aunque las personas miraban un poco escandalizadas en mi tierra, Ponferrada, yo estaba genial y quizá sería PURA ENVIDIA, por que me quedaba super bien. Todavía me pongo alguna, ya no es lo mismo que con 16 pero todavía la defiendo..jajjaja
Di que sí, a mí también me quedan de escandalo, jajajaja. Eso sí, hay que mirarse al espejo y si la cosa no nos queda bien, optar por otra prenda.
Viva la mini!! Y que cumpla muchos más!
Chanel como el perejil, en todas las salsas jejjejeje,excelente artículo Clara ah, y soy defensor de la minifalda no de los «cinturones anchos» que veo a veces por la calle incluso en invierno por la noche
Que historia más curiosa.
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