DESIGUAL, MÁS JOVEN, MÁS AUDAZ

por Clara Guzmán
Foto: © @mario_sorrenti

Septiembre es el mes del despegue de las colecciones, fraguadas todas antes de que asome el otoño. Ahora empieza el curso también para la moda. Todas las marcas se disponen a ganar audiencia en ofertas diferentes, rompedoras, pero sin perder la esencia que las mantiene en el candelero. Mantenerse es ir a tientas, sortear no pocos obstáculos, sobre todo los caprichos del consumidor, que es especialmente extremista. Hoy te quiero y mañana te odio con todas las fuerzas. Vamos a ver qué propone Desigual (www.desigual.com).

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Desigual es una compañía de moda internacional que surgió en Barcelona el año 1984. Nació con la idea de vestir de positivismo y naturalidad a todos aquellos que compartieran la misma filosofía. A saber: que la vida es chula y que a las penas, puñalás, que se dice en Andalucía. Desigual ha tenido sus altibajos, porque los gustos del consumidor varían o porque los enfoques empresariales, también. Pero aquí sigue todavía, abierta a un público de todas las edades, que participa de su vibrante color, de la mezcla de estampados y de texturas, de sus prendas amplias y desenfadadas… Un público Desigual.

Foto: © @mario_sorrenti

La colección de este otoño- invierno se presenta con la voluntad de captar a la audiencia más joven de la sala. Más joven y se supone que más exigente, sin olvidarse de ese público fiel que está a las duras y a las maduras de la firma. La campaña ha sido fotografiada en Nueva York por Mario Sorrenti y es la modelo Grace Elizabeth la que da vida a la colección. Grace Elizabeth repite con Desigual, pero tiene en su haber trabajos con Victoria’s Secret, Estée Lauder o haber desfilado para Fendi, Chanel o Schiaparelli.

Foto: © @mario_sorrenti

En la colección vemos ropa cómoda, práctica y versátil, la trilogía que, sobre todo a raíz de la pandemia, se impone a la hora de adquirir cualquier prenda en el consumidor de cualquier edad. La esencia de Desigual perdura, pero sus ya acostumbradas superposiciones, las mezclas de estampados y texturas, los mensajes en las prendas, son más audaces, más arriesgados. Para Desigual, todas las mujeres que eligen su marca tienen un denominador común: la voluntad de expresar su personalidad genuina a través de la ropa y de los accesorios que escogen. 

Foto: © @mario_sorrenti

Vemos camisas de cuadros, jerséis multicolores, piezas de croché, muy en la línea artesanal de la firma, abrigos de formas amplias, vestidos estampados o un bolso con la cabeza de una mantis religiosa. En esta colección, Desigual tampoco se ha olvidado del denim. La tela vaquera forma parte de su identidad, por eso encontramos abrigos, pantalones, minifaldas y en sus habituales superposiciones, esas que siempre busca su público fiel. En la actualidad, la compañía cuenta con más de 2.600 empleados y está presente en 109 países a través de 10 canales de venta, 393 tiendas monomarca y seis categorías de producto: Mujer, hombre, niños, complementos, zapatos y esport.

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