Resulta que ya se acerca la Navidad y hay que exhibirse más de la cuenta. Está en el guión. El Estudio de Creación de Maquillaje de Chanel (que así se denomina) se ha inspirado en la etérea suavidad de una pluma (no sé si por aquello que se canta en Rigoletto de que «la donna è mobile qual piuma al vento). El caso es que ha lanzado un maquillaje de noche deslumbrante, como una joya fabricada con plumas y diamantes; ha lanzado Collection Plumes Précieuses de Chanel. Partiendo de una paleta que reinterpreta a los clásicos, han optado por un rojo intenso para labios y uñas. El tono melocotón para la piel, bien en forma de sombra de ojos o de colorete irisado con una pincelada de nácar. Dos tonalidades de grises, escoltando a un negro profundo, realza la mirada y la ilumina con destellos plateados y dorados como si fueran joyas. Bueno, si no se puede aspirar a un modelo Chanel, ¿por qué no maquillarnos con los cosméticos que nos ofrece la Casa? Y ser tan sutil y etérea como una pluma… de las de Verdi. Todo es posible en Navidad.