Aurelia Medina: «Todo lo útil es bello»

 

 

Aurelia Medina es diseñadora, porque, según sus palabras, creadora le parece excesivo. Nunca deja de imaginar, porque la imaginación, dijo Santa Teresa de Jesús y luego lo refrendó Benito Pérez Galdós, es la loca de la casa. Con su loca cordura, ha ampliado su campo dentro del diseño. Empezó con bolsos, luego complementos de moda: tocados, guantes; objetos decorativos… y ahora está enfrascada en unos «collages»,  pero sobre todo en unos originales muebles desmontables.

 

 

«Me ha alegrado mucho ver la exposición de CaixaForum en Madrid sobre el arquitecto austriaco Adolf Loos, quien decía que los arquitectos son albañiles que saben latín. Claro que su colega Otto Wagner ya apuntó que lo que no es práctico no puede ser bello». Aunque Aurelia Medina se retrotrae en el tiempo para hacer suyas las palabras de Platón: «Todo lo útil es bello». Y con ese fin último salen de su magín y de sus manos todo lo que hace.

 

 

«La función hace la belleza – continúa- aunque un mal diseño debería estar tipificado como delito. Eso ya lo he escrito en mi web  (www.aureliamedina.com)«. Pero, ¿qué ocurre si un diseño se masifica? «Es un asunto controvertido- señala Aurelia Medina-, pero depende si lo masificado es bueno. Defiendo los muebles de Ikea, que tienen utilidad, están bien pensados y son asequibles. Sin embargo, no me gusta que se masifique una obra de arte».

 

 

«Reproducir en un bolso a La Gioconda está fuera de lugar. Eso vulgariza la obra de arte y no le aporta nada extraordinario al bolso». Aurelia Medina, que vende todos sus diseños en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y que en breve lo hará «online», reflexiona también sobre la mal llamada democratización de la moda. «Estoy de acuerdo con el movimiento que reivindica la transparencia en la fabricación de la moda «low cost».

 

 

«Creo en lo sostenible, pero no se puede pasar radicalmente de un consumo desmesurado a otro racional, sin que haya un proyecto adecuado para que, entre otras cosas, nadie pierda sus puestos de trabajo. Ni la moda ni el diseño son ajenos al mundo en el que vivimos. Mi obsesión por hacerlo todo desmontable desde la marroquinería a los muebles y objetos de decoración, pasa porque su proceso de realización sea sencillo, limpio y sostenible».

 

 

Entre los hitos de Aurelia Medina está que el diseñador alemán Karl Lagerfeld le comprara su primera colección de bolsos en el año 2001. Bolsos que han sido copiados hasta la saciedad. «Los  copistas me dan tanta rabia como pena, porque no sienten la felicidad de aquél que crea. Deben ser unos amargados. De todas formas, no me preocupa demasiado si le hago caso a lo que decía Mademoiselle Chanel: «Si te copian es porque lo estás haciendo bien».