Siempre he creído que en España disfrutamos tirando piedras a nuestro tejado, como si fuera un deporte nacional. Que fulanito descuella, pues, eso, a cortarle el cuello con una sierra sin afilar porque así le duele más. Que menganito es el mejor en su campo, pues a agostarlo para que se convierta en un erial. Por eso cuando una lee un libro en el que se ensalza lo mejor del país de su autora, no pienso que sea chovinista, como dicen las etiquetas que son los franceses, sino que reconoce el mérito allá donde lo hay. Y así es «La esencia del estilo», de Joan DeJean, prestigiosa especialista en la Francia del XVII.
El libro lo publicó en España la editorial Nerea el año 2008 y es un recorrido por el reinado de Luis XIV, ese señor que nos decían en el colegio que era altivo, prepotente y soberbio, quizás o precisamente por pasar a la historia con el remoquete de Rey Sol. La autora, con gran profusión de documentación, y con un lenguaje muy atractivo (la traducción en estos casos también ayuda) nos da a conocer la otra imagen de un rey que apostó por convertir a su país en la meca de la moda, del refinamiento y del buen gusto, y ganó la partida.
Si le hacemos caso al diccionario de la RAE, esencia es la naturaleza de lo permanente e invariable y estilo, en una de sus acepciones, significa gusto, elegancia o distinción de una persona o cosa. Pues este libro es precisamente la demostración de que utilizando la cabeza, la imagen y, cómo no el marketing, aunque en el siglo XVII no existiera ese vocablo, se puede triunfar con una industria de elite que ha conseguido en ocasiones, por ejemplo tras la II Guerra Mundial, equilibrar la balanza de pagos del país vecino.
Luis XIV, con la inestimable ayuda de su ministro de finanzas Colbert, puso los cimientos de la industria del lujo francesa, que aún perdura, donde la artesanía es valorada en su justa medida; o sea, mucho. De esta manera lograron exportar a todo el mundo desde tejidos a perfumes o joyas, pasando por muebles o champán. Había dado comienzo la época dorada de nuestros vecinos. Desde entonces, Francia, que había pasado inadvertida en el ámbito de la moda, se convirtió no sólo en árbitro del estilo y el gusto, sino que asumió el control internacional del comercio del lujo.
Para todos los amantes de la historia, de la moda y del lujo, «La esencia del estilo» es una perita en dulce. En un lenguaje chispeante e ingenioso, Joan DeJean nos trae y nos lleva del siglo XVII a nuestros días, en una continua comparación entre las modas y modismos de la época y los actuales. Es curioso cómo enlaza la importancia del maestro zapatero Lestage con la de nuestros contemporáneos Blahnik o Louboutin. Porque fue precisamente en el reinado de Luis XIV cuando se inventaron todos los tipos de zapatos -incluidas las mules- y botas que se han llevado siempre.
Desde el principio, el rey fue partidario de los tacones, de color rojo, una diferencia más de su estatus, aunque sus detractores señalan que era debido a su escasa estatura. Con el tiempo, otros franceses ya republicanos se pusieron alzas. Al fin y al cabo, el rey tenía que dar la imagen de ser el representante de un país que dominaba el lujo. Aseguran que con los años y la rutina, suele suceder, todo se le fue de las manos. Pero como se dice ahora en plan mantra, tenemos que quedarnos con lo positivo. Y lo positivo fue que Francia supo crear una industria del lujo sin salir de casa, valorando la mano de obra autóctona: desde la alta costura a los chefs, los peluqueros o esos cafés decorados con esmero. Del pasado también se aprende.
22 comentarios
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Estoy con Juan y con la bloguera. Me ha encantado eso de la sierra sin afilar. Qué cierto es. Me voy a leer el libro porque será interesante, pero ¿de dónde saca tiempo esta mujer? Ah, la tengo que felicitar por el reportaje de moda flamenca en el especial de la Feria de Sevilla de ABC.
Entretenida y divertida recomendación la que nos hace la bloguera en esta ocasión. No solo los franceses defienden lo suyo, es raro encontrar a personas de otras nacionalidades que tengan una actitud tan crítica hacia su país como los españoles. En muchos casos esas opiniones nacen de una supina ignorancia. No hay más que recorrer las redes sociales para darse cuenta de que la mayoría de los que opinan habla casi siempre con las vísceras y solo en contadas ocasiones hay en los mensajes datos o pruebas que avalen lo que se dice torpemente.
Esta página es una excepción y además de los artículos de la bloguera, las intervenciones suelen ser de bastante calidad, es más, en ocasiones cuesta encontrar una pequeña falta de ortografía.
Volviendo al artículo, me ha llamado la atención el alza de los escarpines del Rey Sol. Costumbre por lo que se ve muy francesa, que han proseguido, entre otros, Napoleón o Sarkozy.
Es una gozada leer este blog. Felicidades.
Sería extraño que no incluyeras alguna reseña literaria en tu blog. Estupendo .Besos granainos
Yo también lo he leído y lo recomiendo. Felicidades a este blog porque es magnífico.
Nos caigan mejor o peor, hay que reconocer que los franceses nos aportan muchísimas cosas en el mundo de la moda, adoro todas las marcas francesas!!!!
Como para intelectual ya tenemos a mi hermano, Alejandro Reche Selas, que vaya tela lo que sabe, que de cosas tengo que aprender de el……
Claraaaaaaa, eres mi Google particular, sabes de to!!!!
Muchos besos y me tendré que leer el libro!!!!!!
Hace unos años, una clienta me pàso unos estudios que demostraban que los primeros tratados de costura,patrones y catalogos ( si,si, cartalogos!!!!) fueron españoles. despues vinieron los ingleses y francese y los copiaron……Yo tambien adoro las marcan francesas……pero mas adoro al gobierno frances por el apoyo a los suyos Un beso Rocio y Clara !!!!
Como siempre una recomendación exquisita q invitas a seguir con ese gusto y clase q sólo tú tienes, GRACIAS como siempre.
Un beso
Estupendo articulo Clara, gracias por darnos a conocer tantas cosas importantes.
Besos.
Si esta es una nueva sección estoy encantada con la idea. Ya queda menos para mi cumple asi que me lo regalaré a mi misma.
Besito.
Apetece leerlo y apetece conocer a la bloguera.
¡Apetece leerlo!
Un beso Clara
HABLANDO DE LUJO , TU SI QUE ERES UN LUJO!!! …… EL OTRO DÍA EN LAS JORNADAS DE MODA SOSTENIBLE, EN EL MUSEO DEL TRAJE , http://www.modasostenible.es SE HIZO UNA APRECIACIÓN QUE ME PARECIÓ MUY INTERESANTE, DECÍA LA CREADORA DE » IOU PROJECT» QUE EL LUJO EN LAS PRENDAS NO ES LO QUE CUESTAN SINO EL VALOR QUE TIENEN.
Buenos días a todos los lectores de este blog que son muchos, incluso en Nueva York, de donde acabo de venir. He leído la entrada y no puede ser más oportuna, se nota que esta señora es periodista, pero también hay que destacar las aportaciones de sus seguidores como la de Alejandro Reche Selas acerca de la película «Todas las mañanas del mundo». Para los melómanos es deliciosa pero también para aquellos para los que la música sólo sea una distracción. Que tengan un buen día.
buena recomendación de lectura, que intentaré adquirir, aunque en esto llevo bastante retraso, debido a las horas que me dan leyendo entre otros, tu blog. Me encanta la figura de Louis XIV, y por lo que he estudiado, no llegaba a los 160 cm, por lo necesitaba elevar su regia figura. Todos sus tronos eran altísimos y como nosotras, siempre iba con sus tacones. Gracias por esta recomendación, que procuraré seguir en cuanto recupere la lectura atrasada.
Excelente artículo sobre un libro muy interesante, como todos los que recomiendas. Para quien se quiera hacer una idea en imágenes de cómo se vivía en esa época, como complemento al libro les recomiendo el filme «Todas las mañanas del mundo» (Alain Corneau, 1991) donde Gerard Depardieu y su hijo Guillaume interpretan en su madurez y juventud al músico Marin Marais, especializado en la viola de gamba. La banda sonora le hizo ganar al español Jordi Savall el César de la Academia de Cine Francesa.
Gracias por el consejo. Es estupendo poder leer tus comentarios que enriquecen aun mas este magnífico blog.
Se lo regalo a mi madre por el día de las madres, claro.
Clara: Me lo compraré para leerlo, pienso que debe de ser muy interesante. Muchas veces hay que leer sobre la vida de una persona para conocerla y comprender su comportamiento.
Besos
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