ZAG BIJOUX O EL PODER DE UN COMPLEMENTO

por Clara Guzmán

Los complementos siempre han sido un signo de distinción. Las pautas que marcan la personalidad de su usuaria. Los que avivan o apagan su indumentaria y los que hablan de cómo es él, de dónde es y en qué lugar se enamoró de ti. Sí, es la letra de una conocida canción de José Luis Perales, pero que puede ser llevada al terreno de los complementos. Uno se puede enamorar perdidamente de una de las piezas de Zag Bijoux (zagbijoux.fr) y hacerse esas preguntas. Será, lo más probable, de acero inoxidable y es una firma de bisutería francesa creada por Michelle Zhang. A partir de ahí, será una buena opción para tus conjuntos de la vuelta al trabajo. Septiembre es el mes del eterno retorno, pero también del nuevo año. Empieza otra vez la vida.

Según leo en la nota de prensa que amablemente me envían desde la agencia de moda Replica comunicación, Zag Bijoux es una firma de bisutería francesa pensada para cualquier tipo de mujer. Se inspira en lo cotidiano y su materia prima principal es el acero inoxidable, recubierto de fino oro metalizado y combinado con piedras naturales. La casa nace en París, donde creció su fundadora y diseñadora Michelle Zhang y, por tanto, tiene ese halo «chic» del país vecino. Ese halo de distinción discreta y elegante que siempre ha estado en las antípodas del «glamour», que define el brillo, que es, más que luminosidad, ostentación. No en vano el término se gestó en Hollywood.

Colgantes, pendientes, pulseras, anillos, una amplia gama de complementos para esta vuelta a la normalidad, a la rutina, tras las vacaciones. A esa rutina que hay que hacer extraordinaria en cualquiera de los detalles para que la nostalgia del estío se disipe. Zag Bijoux nos ayuda en esta tarea aportando su profesionalidad y rigor. Esta firma francesa cuenta con un gran equipo que somete cada pieza a exhaustivos controles de calidad para garantizar la excelencia de sus creaciones. Ya saben, que no somos iguales dice la gente, como cantaba María Jiménez. Que la calidad siempre estará en el podio y si le unimos la creatividad, entonces se colgará todas las medallas. Merecidas medallas, claro.

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