ZAG BIJOUX NOS HACE PASAR POR EL ARO

por Clara Guzmán

La firma francesa de bisutería Zag Bijoux (zagbijoux.fr) nos hace pasar por el aro. Por el aro de unos pendientes que refuerzan esa idea que tenemos todas de que este complemento da luz a la cara, que luego irradiaremos a los demás. ¿Quién no tiene unos aros? Los aros son sensuales, sugerentes, por regla general están inspirados o forman parte del traje típico de cualquier lugar. Es decir, llevan en su circunferencia costumbres, a veces ancestrales, y la idiosincrasia de un pueblo que no quiere perder su seña de identidad. Soy de las que se apuntan a pasar por el aro.

Zag Bijoux visitó telademoda en septiembre y andamos estos días expectantes por ver si al final es una de las tres entradas más visitadas del mes pasado. Es muy probable, porque los lectores del blog apreciaron sus complementos. Hoy vuelve con esta propuesta que nos certifica que los aros son eternos. Nunca pasan, siempre permanecen. En la colección de Zag Bijoux hay para todos los gustos, que a fin de cuentas es lo que todas buscamos. Los hay llamativos y sencillos y en el camino que va de unos a otros hay la variedad suficiente para convencernos a todas de que los aros no pueden esperar.

En la nota de prensa, un género periodístico que siempre ha despertado mi interés, dice que las piezas están pensadas para cualquier mujer, inspiradas en lo cotidiano y elaboradas a base de acero hipoalergénico combinado con piedras naturales que le dan un toque especial. En este despliegue de pendientes destacan los modelos de gran tamaño con piedras naturales engarzadas, como la malaquita o el ojo de tigre. Dos piedras con una serie de propiedades entre milagrosas y esotéricas capaces de despertar la curiosidad de sus usuarias y sobre todo de las aspirantes a lucirlos.

La marca, como ya conté en la anterior entrada, nació en pleno corazón de París, donde creció su fundadora y diseñadora Michelle Zhang. Las creaciones de Zag Bijoux son auténticas aliadas a la hora de darle un vuelco a un «look» o conjunto, término éste de conjunto que se utilizaba antes de dejarnos colonizar por los anglicismos. No obstante y con auténtico asombro he observado que aún se utiliza, incluso en círculos de gente joven. El taller de esta firma está integrado por un gran equipo de artesanos que somete cada pieza a exhaustivos controles de calidad para garantizar la excelencia de sus creaciones. Así da gusto pasar por el aro.

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