ROCÍO OLID: «EL ESTILISTA TRADUCE CÓDIGOS A TRAVÉS DE LA VESTIMENTA»

por Clara Guzmán
Rocío Olid considera que el estilismo engloba también maquillaje y peluquería. Foto: © @jesusisnard

Hemos hablado de moda, de cine, de sus alumnos de Ceade, de las bases imprescindibles para formar un compacto equipo, de la importancia de los fotógrafos, «porque sin ellos no soy nada» o de gestionar en condiciones la artesanía autóctona. Una charla con Rocío Olid Fiances es como hacer un máster, pero al solecito del Parque de María Luisa y sin pasar por caja. Dice que es «una señora, sí, señora, de Los Remedios (barrio sevillano semejante al de Salamanca en Madrid) de toda la vida, contraria a los arquetipos asociados con esa definición». Además de sentido del humor, con los años, Rocío Olid se ha convertido en una estilista de marca mayor.

Trabajo de estilismo para el diseñador Julián Ortiz. Foto: © @mr_jdelgado

«Estudié Historia y Antropología, porque mi madre me obligó a hacer una carrera universitaria. Mi padre era historiador y hablaba latín y griego, aunque se dedicó a la Banca. Empecé a trabajar en la moda, mi pasión, en la firma sevillana Charfal. Ahí tuve mis primeros contactos con las fotos y ahí también vi la luz para ser estilista». Como no para quieta y la formación, formación, es para ella una especie de mantra, hizo una serie de cursos de marketing. «Así cuando empezaron las redes sociales, mis alumnos de Ceade, donde doy clases de «Estilismo de moda y comunicación», tuvieron el primer temario de redes sociales y moda».

Margaret de Arcos es una de las firmas para las que trabaja Rocío. Foto: © @andrewjim

«Un estilista de moda es una persona que entiende de moda, sabe las tendencias del momento, aunque no las siga, pero sobre todo es un trabajo que consiste en traducir códigos a través de la vestimenta. Es verdad que estilista es un concepto muy amplio, pero creo que es fundamental tener un buen bagaje cultural. A mis alumnos los aliento a que visiten museos, a que vayan al cine, a conciertos… Mis exámenes son comentarios de textos, una manera de espolearlos, de sacarlos de esa comodidad tan inherente a los planes de estudios. Es la manera en que, sin generalizar, se vive en la actualidad, donde todo es una dicotomía que impide abrir el abanico».

Campaña de bolsos de la firma Anuscas Family. Foto: © @offdelcampo

Para Rocío Olid, el estilo es ver a una persona y ver más allá de lo que lleva puesto. «La ropa es la guinda, pero el estilo es una manera de ser, de estar. Una mujer puede ser muy estilosa aún estando desnuda. Porque el estilo es su personalidad, cómo mira, cómo se mueve, cómo pone los pies… La moda es un negocio global, pero trasciende al puro negocio y ha llegado el momento de pararnos y de dejar de maltratarla. Estoy enfadada con este concepto superfluo de la moda, por eso creo y defiendo el movimiento sostenible. Espero que no sea pasajero y aunque no tengo esperanzas en el ser humano porque, como decía Hobbes, el hombre es un lobo para el hombre, sigo siendo optimista».

Estilismo para las firmas jerezanas Elisa Cortés y Ecue. Foto: © @patriciasemirphotography

«Margaret de Arcos, Cherubina, Panambi, de las primeras que me contrató; Anuscas Family, Omitouch u Onesixone, son algunas de las firmas para las que trabajo. También he hecho las dos últimas campañas del Teatro de la Maestranza y todo lo compagino con mis clases y con el cine». Sí, porque Rocío se inició en el séptimo arte hace cinco años de la mano del estilista de vestuario de cine Fernando García. «Fue en «La peste» y allí hice de todo, el cine es muy jerárquico y tienes que empezar desde abajo. Fue duro, pero aprendí mucho. Luego he hecho con él «Modelo 77», de Alberto Rodríguez«. En su haber también cuenta con el documental sobre María Lejárraga, de Laura Hojman, donde recrea a la denominada Virginia Woolf española.

Cherubina es una de las firmas para las que trabaja Rocío. Foto: © @luciacherubina

Pero también ha trabajado en la serie «La chica invisible» de Disney, rodada en Carmona; en «Lava», el corto de Carmen Jiménez sobre abusos infantiles y para después de Navidad le espera la película «Solos en la noche», de Guillermo Rojas, sobre el 23 de febrero. «Aquí me estreno como directora de vestuario y del departamento de maquillaje y peluquería, un concepto que para mí es único. No se pueden desligar ninguno de ellos para hacer un estilismo, además, estudié cosmetología en Madrid con Paquita Ors, la inventora de la dermoestética. Se rodará en Sevilla y en Priego de Córdoba y para mí es una gran responsabilidad. Se lo debo a mi mentor, a mi guía, Fernando García, que, junto con Pedro González, es mi referente».

Anuscas Family y sus singulares bolsos, en una original campaña «made in Rocío Olid». Foto: © @offdelcampo

Para Rocío Olid formar un equipo compacto a la hora de trabajar es fundamental. «Tiene que haber comunicación y organización para que fluya la imaginación y tener una relación intensa con los fotógrafos, porque sin ellos no soy nada. Todo tiene que estar equilibrado para que se produzca la conjunción de técnica y arte». Hablamos, cómo no, del desfile de Dior en Sevilla y dice que le parece muy bien que hayan trabajado amigos suyos, «pero me cabrea que venga la gente de fuera a reconocer nuestra artesanía. Una artesanía que necesita un plan estratégico de ayuda a la gestión de las empresas, una asesoría global a través de organismos, que les ayude a vender el producto. La artesanía está muy asociada al «perroflautismo» y hay que vincularla a conceptos más contemporáneos como la moda».

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2 comentarios

Marta SGVillalon 4 octubre 2022 - 10:26

Estupendo Artículo como siempre Clara, a Rocio Olid la conozco desde hace muuuchos años, he trabajado con ella y además de ser una gran profesional es una gran persona que llena de alegría cualquier sesión por difícil que se ponga.

Clara Guzmán 4 octubre 2022 - 13:01

Muchas gracias, Marta. Siempre tan atenta. No sabes cuánto he aprendido con Rocío. Fue una entrevista muy relajada en el Bilindo, en mi querido Parque de María Luisa. Rocío es una gran profesional. Sabe perfectamente que no hay nada como un buen ambiente laboral para que el trabajo fluya. Un beso.

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