La sevillana Rocío Porres diseña un perfume joya de Loewe

 

«El perfume anuncia la llegada de una mujer y alarga su marcha», decía la inefable Coco Chanel en uno de sus certeros aforismos. Pero si ese perfume pertenece a la colección «Un paseo por Madrid» de Loewe, la firma por antonomasia del lujo español, se llama «De la mano por la Rosaleda», huele a rosas y a almizcle y su singular frasco lo ha diseñado la joyera sevillana Rocío Porres, entonces les aseguro que será inolvidable.

 

 

La historia de esta colaboración entre Loewe perfumes y Rocío Porres (www.rocioporresjoyas.com) empezó hace dos años. La firma había seguido su trabajo y la «fichó» para que realizara este frasco-joya. «El verano pasado retomaron el proyecto, me llamaron y después del Ramadán se empezó a vender en exclusiva en los almacenes Harrods de Londres». Estos grandes almacenes pertenecen en la actualidad a la familia real de Qatar, que se los compró en 2010 a Mohammed Al Fayed.

 

 

 

El diseño del frasco es una hoja, pieza característica de la obra de Rocío Porres, que aparece en su frontal. Una vez consumida la esencia, se puede convertir en un objeto de adorno, además de un recuerdo de lujo. Tal vez por eso, en la parte posterior se puede grabar la dedicatoria que el cliente desee y así hacerlo único. Sólo se puede adquirir en los almacenes Harrods, porque la política de sus actuales dueños es la exclusividad.

 

 

Dice Rocío Porres que para ella es un orgullo no sólo que la hayan elegido para que su diseño «guarde» el perfume «De la mano por la Rosaleda», sino porque han incluido su nombre en la carátula de la fragancia, junto a una pequeña historia de esta colección de esencias, contada en español y en inglés. Aún no ha ido a Harrods a ver su obra, pero todo el que va se fotografía en el stand, a cuyo frente está Lola, una amable malagueña.

 

 

En la calle Archeros, 19, en el centro de Sevilla, tiene Rocío Porres su cuartel general. No sigue las tendencias, las impone. Se guía por su instinto, que siempre la lleva a la arqueología, a las joyas antiguas, a los museos… Empezó en la joyería a finales de 1999, cuando se adentró en el mundo de las piedras preciosas. Estudió Gemología y ahora todo el mundo distingue sus piezas en oro, plata y bronce. Llevan su sello.