Blanca y radiante

por Clara Guzmán

 

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No es la primera vez y espero que no sea la última, que en telademoda.com nos fijamos en Kate Middleton. Nos gusta esta duquesa en expectativa de destino por esa sencillez que refleja su personalidad, ese comedimiento en sus maneras y su intención de parecer cercana y de esforzarse por serlo. Nos gusta Kate Middleton porque no necesita llevar manga sisa para demostrar que aún pasa la prueba del aplauso (faltaría más, chorrea juventud) es saludable y tiene tipazo; por la diligencia al llevar a sus hijos de viaje, a exhibirlos; por cómo los coge en brazos, por cómo se desenvuelve con ellos. Nos gusta porque luce muy bien las prendas que lleva puestas, porque no le hace falta vestirse de starlette para brillar. Ella brilla con luz propia. Porque sabe ponerse un sombrero como Dios manda y acierta con la medida de sus faldas. Se sabe al dedillo el protocolo y no se le caen los anillos por cumplirlo.

 

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Hoy vuelve a telademoda.com vestida de blanco impoluto, si es que todavía existe ese blanco, con un traje de Alexander McQueen. El diseñador inglés, que se suicidó en febrero de 2010, era uno de los llamados «enfant terrible» de la moda. Originalidad y calidad en sus diseños le distinguieron y su estela la ha seguido Sarah Burton, nombrada directora creativa de la firma tras su fallecimiento. De ella, pues, es este vestido levita blanco, que se ha vuelto a poner la esposa de Guillermo de Inglaterra, en esta ocasión para un acto con los reyes de los belgas. El McQueen sigue impecable, después de haberlo estrenado en el bautizo de la princesa Charlotte. Pero sigue impecable porque sabe darle la «vuelta» con unos complementos, las perlas, muy características de las mujeres de la Familia Real británica, pero sobre todo de la que hubiera sido su suegra, Lady Di.

 

 

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Se cumplen este mes veinte años de su desaparición en aquel trágico accidente del que brotaron ríos de tinta de color morbo y hay una exposición sobre su armario en el palacio de Kensington. Una muestra que recorre sus prendas más significativas, las que la hicieron reina del estilo y referente para muchas mujeres. Tantas que hasta su nuera Kate le hace continuos guiños en su vestimenta. No es la primera vez que sus modelos recuerdan en el tiempo los que llevara la llamada princesa del pueblo. Ahora, Kate Middleton ha lucido unas perlas con diminutos brillantes, además de un broche, con la característica amapola roja (red poppy) que recuerda a los combatientes que murieron en la I Guerra Mundial y que es símbolo del país, a la que ha rodeado de perlas. Un broche al que se van todas las miradas, porque le da la pincelada de color al conjunto. Es bien cierto que las perlas dan luz a la cara, cuando se trata de pendientes y a un vestido si es un collar o como en este caso un broche, que da un toque moderno y juvenil a un símbolo que data del siglo pasado. Kate saca siempre buena nota. Nota alta.

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