Decir Levi’s es decir historia de la moda. La que se cocina entre el precursor de la idea, en este caso el judío bávaro Levi Strauss; la empresa que le dio forma, la produjo y la distribuyó y el consumidor. Un consumidor que a veces liga sus vivencias a una marca que le ha acompañado a lo largo de su existencia. Ha roto moldes con ella, los ha vuelto a unir y se ha quedado impregnado de esa especie de aureola eterna con las que nacen algunas firmas. Levi’s es una de ellas, porque sigue pisando fuerte.
Pisa fuerte no sólo en sus colecciones de ropa. Levi’s® acaba de lanzar para este otoño invierno unas botas perfectamente ahormadas a sus prendas informales, desenfadadas y con ese punto de rebeldía con las que sus usuarios las bautizaron. Levi’s® ha optado por unas botas camperas y moteras. O sea, ese calzado con el que uno no sólo desparrama los pies y los libera del yugo de las estrecheces del zapato de vestir, sino con el que va diciendo al mundo que todavía se tutea con la libertad.
No sé si me gustan este tipo de botas por la comodidad de ir «a la pata la llana» o porque es sinónimo de distensión y ocio. Levi’s® las presenta en piel envejecida, combinada con ante al tono. Además se pueden encontrar con distintas longitudes de caña: alta, media y botines. El tacón, para las que no pueden pasar sin él, es de 6,5 centímetros. El tacón bajo es para la bota de inspiración motera y la suela es antideslizante, faltaría más para los tiempos otoñales e invernarles que se avecinan.
Las botas cuentan con hebillas laterales y remaches de cobre, además de cremallera en el lateral interior. Y como dice una amiga mía, cómodas hasta la extenuación. Lo de cómodas debe ser inherente a las botas. Leí no hace mucho en «El vestido y la moda», de la estudiosa y poco reconocida (no sé si por estudiosa, en este país somos así, señora) Maribel Bandrés, que durante la Edad Media este calzado era un auténtico «todoterreno» en el guardarropa femenino.
«Durante toda la Edad Media – escribe- en una época en que existían pocas comodidades, las botas fueron importantes como protección contra el frío y la lluvia y para viajar». Lo más curioso que nos cuenta Maribel Bandrés es que las mujeres las llevaban dentro y fuera de la casa. O sea, que fueron las antepasadas de las modestas zapatillas de cuadros, pero con mucho más estilo. «Solían tener las vueltas de otra tela o de cuero bordado».
Evidentemente, nuestras antepasadas cuidaban, por lo que vemos, su calzado doméstico. Aunque siempre es de agradecer echar un vistazo a la historia de la moda. Las sorpresas son constantes y nunca el dicho no hay nada nuevo bajo el sol es más palpable. Las modas vienen y van, mientras que la moda es eterna. Levi Strauss inventó en el siglo XIX una prenda que perdura en el tiempo y que está cubriendo todas las necesidades de sus seguidores de la cabeza a los pies. Quizás porque es una marca que pisa fuerte.
3 comentarios
A mi me encantan las botas ¡¡¡… como tú bien dices Clara, se pisa fuerte cuando vas encima de unas, … y me encantan con todo con medias tupidas, con vaqueros y con vestidos sobre todo de sedita, hay una gran variedad de formas y colores, pudiendo ir con estilo cowboy, campero, vestir con licra,cortas semi o super largasss, en fin es mi perdición en Invierno y a las niñas les encantannn, … y a los niños tambien;),… este invierno han hecho furor un botín con cordones de color que han elegido ellos y cremallera ^_^
( P.D… tambien me gusta como escribes Clara Guzmán ) ¡¡¡…
Qué interesante. Además Levi’s es mi marca favorita.
Me gustan las botas, pero sobre todo lo que escribes y como lo escribes
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