Agua de Loewe mar de Coral

por Clara Guzmán

 

 

Telademoda

 

Soy de mar. Nací en el Mediterráneo, aunque mi ciudad, Ceuta, esté bañada también por el Atlántico. El mar me serena, sobre todo el rugido de las olas cuando se ponen provocativas. Y van y vienen y no se detienen. Quizás por eso me paré a oler Agua de Loewe mar de Coral y me lo llevé puesto. Mar de coral, que se me cruza en la mente con el mar de Alborán, que oía al hombre del tiempo de la tele, cuando era chica y tenía tele. Nunca me gustó Aire de Loewe, qué quieren que les diga. Me parecía que  su fragancia chirriaba a la vera de otros aromas de esta Casa. Aromas «entrevistos», discretos, pero envolventes. Muy de mujeres de misteriosa personalidad. En cambio, Aire Loco no me desagrada. Lo usé y se lo hice usar a Isa de Olano. Es oler Agua de Loewe, la clásica, y acordarme de mi compi de clase, María Gracia Santisteban. Los perfumes tienen vida propia y nos inundan de ajena. Y ahora me voy a sumergir en el océano con este mar de coral de la colección Tesoros del Mar, de Loewe. Me llevo hasta el frasco, porque invita a bucear.

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