Bueno, venga, ahora a protestar porque hace frío. Somos incorregibles. Pero siempre nos quedará ir bien vestidos para compensar los tiritones. Bien vestidos y abrigados. Ya saben aquello que decía Charles Dickens, que el hombre nos pintaba un Londres depauperado, pero no se estaba de nada: «Cualquiera puede estar lleno de animación y de buen humor cuando va bien vestido. No es ningún mérito». En este caso, el mérito es de Marta Ramos, que ha lanzado una colección exclusivamente de abrigos con el nombre BasCoat (www.bascoat.com/en).
Pues si cualquiera puede estar de buen ánimo con una prenda en condiciones, ¿qué tal si echamos un vistazo a esta colección que rezuma arte y artesanía? Según me cuentan, Marta Ramos recoge influencias del arte contemporáneo y del legado vasco. Son interpretaciones modernas de clásicos: Ropa tradicional convertida en piezas actuales del mejor armario femenino, pero sin olvidarnos de la funcionalidad. Que a algunos diseñadores con las glorias se les van las memorias de que además tenemos que conducir, coger el Metro, el autobús, ir a la compra y bregar con los niños.
Marta Ramos tomó como punto de partida la obra de los pintores Valentín y Ramón Zubiaurre. ¿Qué quiénes eran estos artistas? Recurrimos al socorrido Google (¿te acuerdas cuando no había buscadores? y vemos que eran dos hermanos sordomudos, hijos de compositor musical Valentín de Zubiaurre, originarios de la localidad vizcaína de Garay, pero residentes en Madrid. Su obra era costumbrista, en la que abundaron los temas vascos y castellanos, donde la solidez de las figuras se compenetraba con un hondo sentido del color.
Y como la moda es también arte, además de otras tantas disciplinas, la diseñadora ha bebido en estas fuentes pictóricas para crear su colección de otoño-invierno 2014-15. La obra de estos dos artistas inspiró la paleta de color de sus prendas, donde nos encontramos el clásico azul Bilbao y el marino, mezclado con marrón oscuro y rojo, sobre paños de lana virgen, «jacquards» multicolores y borreguil de merino español. ¿Se puede pedir más para estar lleno de animación y buen humor?