Cerramos el año 2022 con dos hitos en el sector de la moda con Sevilla como indiscutible protagonista. El desfile de Dior, el pasado 16 de junio, festividad del Corpus, que nos puso en el objetivo mundial, y el cambio a Semana Internacional de la Moda Flamenca al foro que, desde que fuera creado por la empresaria Raquel Revuelta, se denominaba Salón. Nos referimos a Simof (www.simof.es), lugar de encuentro en Fibes del sector de la moda flamenca, que cumple el próximo enero su XXVIII edición. La moda es el negocio del siglo XXI, lo vaticinaron los expertos y afortunadamente en la ciudad de la Giralda contamos con un alcalde, Antonio Muñoz, que ha sabido entender y aplicar este axioma.
Fue en el almuerzo-coloquio organizado por la Asociación para el Progreso de la Comunicación (APC) cuando el alcalde reveló que iba a haber un acontecimiento de moda de repercusión mundial en la ciudad. Pensé en un desfile de Dior o de Chanel, los dos grandes que hoy parten el bacalao, y los dos con directoras creativas al frente, pero reconozco que me parecía inalcanzable. El «off the record» habitual en estos encuentros impidió divulgarlo, pero no tardó un medio de Madrid en confirmar que Dior exhibiría su colección crucero, magnífica colección de Maria Grazia Chiuri, en la majestuosa Plaza de España. Un auténtico bombazo con una gran repercusión económica para la ciudad y en el sector turístico y del lujo. Pocas industrias mueven tanto dinero como la moda -1,7 billones de euros en 2021- y en Sevilla, nadie lo duda, hay mucho potencial.
«Cada año hemos ido avanzando, con una evolución muy discreta acorde con los tiempos y con la mentalidad del diseñador, pero desde la pasada edición, en que los impactos en los medios de comunicación fueron increíbles, se decidió actualizar en términos de moda Simof. De salón a Semana Internacional de la moda Flamenca». Así se expresa su creadora, Raquel Revuelta. «Además, Antonio Jiménez, director gerente de Sevilla City Office, y gran profesional, siempre apostó por el sector, su internacionalización y su relevancia para vender Sevilla como destino turístico. Simof se ha modernizado y nuestra intención es que se hable todo el año de este foro, organizando una serie de actos relacionados con la moda flamenca».
Dice Raquel Revuelta que Sevilla con sus trajes de flamenca da la vuelta al mundo. «Somos fuente inagotable de inspiración para los diseñadores internacionales. Antes, de una manera discreta; ahora, apabullante». Y hablamos de la última colaboración de la artista japonesa Yayoi Kusama con la firma Louis Vuitton, donde ha poblado de sus característicos lunares cada pieza. «Creo que Antonio Muñoz -continúa Raquel- es una persona comprometida que está jugando un papel muy importante en un momento decisivo para la ciudad». «El Ayuntamiento está volcado con la moda», apunta Pilar Vera, una de las más veteranas diseñadoras que exhibe sus colecciones en Simof. «Desde la pandemia, estrechamos nuestra relación a través del delegado de Economía, Comercio y Turismo, Fran Páez«.
«Hasta ese momento echábamos mucho de menos a Rosamar Prieto-Castro, que fue la pionera en el Ayuntamiento en apoyar al sector y estar a nuestro lado hasta el final de su mandato. Debería retomarse aquel desfile de moda flamenca que nos organizó en el Puente de Triana». A Rosamar le encantaría que se recuperara, porque, según sus palabras, además de la belleza del lugar, significaba la unión de las dos orillas, Sevilla y Triana. La política del PSOE, felizmente retirada en Garrucha, Almería, me cuenta que no fueron fáciles aquellos inicios cuando Alfredo Sánchez Monteseirín la nombró delegada de Economía e Industrias del Ayuntamiento. «Fue en el 2004 y estando en la búsqueda de sectores para promocionar, me entrevistaron en el periódico ABC. La periodista, que eras tú, me habló de las posibilidades que tenía la moda y me pareció buena idea. Al día siguiente y después de leer mis declaraciones, me visitó Carmen del Marco, que entonces era presidenta del Gremio de Sastres y Modistas de Sevilla…».
«Y ahí empezó todo. Recuerdo que teníamos un presupuesto insignificante, que comenzamos a trabajar con programas europeos y buscando microcréditos para pequeños empresarios. En la delegación estuve tres años, hasta que en el 2007 pasé a la de Fiestas Mayores y la moda y el caballo se vinieron conmigo. No puedo olvidarme de Enrique Parrilla, fallecido en 2012, que fue un trabajador incansable en aquellos años en que el Ayuntamiento comenzaba a prestar atención a la moda. Tampoco me puedo olvidar de la Asociación Amigos de la Moda ni de Daniel Carrasco, un diseñador muy comprometido». Rosamar Prieto-Castro me comenta que Antonio Muñoz, en los días previos a tomar posesión como alcalde, le pidió que le diseccionara el sector, porque estaba interesado en continuar en esa línea, enfocada a atraer el turismo. Aunque todavía queda mucho por hacer como profesionalizar los talleres de costura o seguir dando impulso a la artesanía, en vista de los resultados debió tomar buena nota.