Reflexiones: Vaqueros para enredarte

No saben lo que inventar para que todo sea más rápido que ayer pero menos que mañana. Ya nadie se puede esperar a llegar a casa y sentarse plácidamente, abrir la tapa del ordenador y,como si se tocara las teclas de un piano, comunicarse con el mundo. No, ni mucho menos. Todo tiene que ser al momento. Tan al momento que la palabra espera ha desaparecido del diccionario. Todo el mundo se ha vuelto adorador del adverbio de tiempo ya. Quiero hablar con fulanito ya; quiero tener ese aparato ya y quiero que sepa el universo dónde estoy, qué hago, qué como, qué visto, qué todo…En ese corral de vecinos que son las redes sociales acaba de hacer aparición el vaquero social denim de la mano de la firma italiana Replay. Estos pantalones, cuyos precios van desde los 196 a los 260 dólares, tienen un dispositivo colocado en el bolsillo para que con un clic todos los amigos sepan dónde está su portador, y su estado de ánimo, que cuenta con ocho niveles, desde el positivo al negativo. Lo he leído en El confidencial y me he quedado pasmada. Pasmada porque los vaqueros incorporan en el bolsillo una pequeña bolsa de vinilo con un dispositivo bluetooth, que a su vez se comunica con una aplicación para smartphones, cuyo objetivo es compartir actualizaciones. Los hay en negro y en azul tanto para hombre como para mujer y están causando furor no sólo entre los amantes de los últimos chismes que salen al mercado, sino entre los aficionados a darle cuartos al pregonero de las redes sociales. Si el  vaquero lo inventó el judío Levi- Strauss para que los miles de trabajadores que llegaron a Estados Unidos, en la segunda mitad del XIX atraídos por la fiebre del oro, pudieran trabajar cómodamente, las firmas seguidoras de esta prenda continúan la misma línea de su inventor. Ahora el vaquero también facilita la labor de llegar antes que nadie a la fiebre del XXI: «enredarte».