Reflexiones: Turismo «fashion»

Si queremos ver la botella medio llena hay motivos; claro que si la queremos ver medio vacía, también. Pero vamos a echar a andar por el sendero del optimismo (palabra que junto con positividad o energía debe estar harta de que la invoquen a diario) y si cogemos este camino hay bastante trecho. Trecho para esbozar al menos más de una sonrisa si el sendero es el de la moda española. Si nos echamos las manos a la cabeza cuando hablamos del turismo sanitario, deberíamos dar saltos de alegría si nos ponemos a pensar en el turismo «fashion». No sé si ya estará inventado el término, pero se me ha ocurrido al ver la gran salida que para el sector patrio es que nuestros visitantes foráneos se gasten los dineros en adquirir moda en las tiendas que jalonan las vías con más postín de cada ciudad.

Baby Dior acaba de abrir en Puerto Banús

En una reciente visita a Barcelona, me he informado que la Ciudad Condal se lleva ahora la palma en cuestión de aperturas de grandes negocios de moda relacionados con el lujo o la gran distribución, ya se sabe que la crisis lo polariza todo; es decir, que sólo hay extremos, no hay mitades y esos extremos pueden llegar a convivir incluso en la misma calle. En Barcelona inauguró tienda Stella McCartney sin ni siquiera dudarlo,cuando antes cualquier firma foránea importante probaba fortuna en la capital, Madrid. En la actualidad, la calle más cara de España está precisamente en Barcelona y es Portal del Ángel, aunque Paseo de Gracia tenga esa solera que da su paisaje urbanístico y su selecto paisanaje.

La calle Serrano, una de las más caras de Madrid. Foto: Jorge París

Leo también esta noticia en el suplemento de El País cuando en Sevilla hay montada una marimorena (ya saben, por un quítame de aquí ese protagonismo) porque se ha creado una Zona Franca en su Puerto, cuando lo que deberían de fomentar  también son los cruceros que dan caché a la ciudad y dejan ese benefactor reguero de euros ante el depauperado consumo interno. Según leo en la referida publicación, entre enero y junio de 2013 el gasto total de los turistas en España alcanzó la cifra de 24.416 millones de euros, un 6,6% más que en el mismo período de 2012. Así que a la internacionalización hay que añadir la inversión, para salir airosos, en el turismo «fashion».

Stella McCartney, en la inauguración de su tienda de Barcelona. Foto: La Vanguardia

Barcelona es, por ejemplo, mucho más deseada en la actualidad que Madrid, donde «la milla de oro» sigue estando en Serrano y la Gran Vía, para abrir tiendas de firmas de moda de campanillas, debido a la proliferación de cruceros, donde navegan turistas de posibles, no de macutillo. Lo penúltimo es la apertura hace unos días, en la Diagonal, de Mango Kids, la línea de moda infantil para niños de 3 a 12 años, de esta marca de gran distribución de dueño catalán. En Sevilla, la calle más demandada, o sea, la más cara, es Tetuán, donde podrían pasear un sinfín de turistas no sólo atraídos por la belleza de la ciudad con el casco histórico más grande de Europa, sino por el anzuelo de un comercio bien abastecido y, evidentemente, bien atendido.

Michael Kors también apuesta por Puerto Banús

Es bien cierto que los alquileres no bajan por mucho que la crisis nos ahogue y que, por tanto, muchos negocios de belleza y moda no acaben de ver la luz ante este despropósito. Pero el objetivo es «cazar» al turista, que si compra en España es porque le sale a cuenta y a nosotros nos hace equilibrar la balanza. En Sevilla, la denominada «milla de oro», la Plaza Nueva, resultó un fiasco, porque coincidió con la peatonalización del centro y la crisis económica. Pero hay ciudades andaluzas como Marbella que siguen siendo destinos turísticos  de lujo por excelencia.

Portal del Ángel, la calle más cara de España. Foto: Lo que hay que ver en Barcelona

Puerto Banús acaba de ser el lugar escogido para la apertura de  tiendas como las del diseñador americano Michael Kors y Baby Dior, dos firmas estelares para señora y niño, respectivamente. Si el consumo de los españoles registró -según datos publicados por El País-  el peor periodo anual desde el inicio de la crisis, con una caída del 6,8% en 2012, en el primer semestre del año, nuestros visitantes gastaron una media de 110 euros al día. ¿Que nos gustaría que se volvieran las tornas? Por supuesto, pero la realidad es esta, lo importante es que sepamos aprovecharla y que no pasemos por alto una buena oportunidad para seguir acrecentando la idea de que España es un país para ejercer a la perfección el turismo «fashion».