Hubo un tiempo en que se tanteaba la textura, de lejos, de cerca, de frente, en escorzo; palpando la intimidad epidérmica con supuestos dedos de experto. Se le hacía un tercer grado a la pieza hasta diagnosticar que sí, que aquel bolso era de tan buena familia, como de buena familia era su portadora. El anagrama de las firmas señeras acabó con esa impúdica manera de demostrar a los demás la ignorancia envuelta en pretendida sabiduría. Porque clásico, en la acepción de excelente, es lo que no se puede hacer mejor. Lo dijo el torero Rafael el Gallo y servidora lo suscribe. Desnudo de logotipo, diminuto o en segundo plano, Loewe sigue siendo el rey de la piel patria. El rey de los bolsos que distinguen; de los bolsos deseables. Un rey que ahora se ha puesto flamenco y canta sólo para entendidos, ajenos a los montajes de cartón piedra para ilusos turistas. Su bolso flamenco canta con un diseño tan cómodo, achuchable y moldeable, en unos colores alegres sin ser disonantes, que muy pocos se van a resistir a decirle ¡ole!
10 comentarios
I wish my friends saw it
Me ha encanto el post, he visto el escaparate de la tienda y es fascinante ver todos los colores que muestran en piel,muy bonito, me los quedaría todos!!
Es cierto lo que dice Marcos, cada uno tiene su estilo y eso podría parecer que repite algunos aspectos. Seguramente se refiera al comentario de otra de las visitantes del blog, pero considero algunas críticas -sobre todo las constructivas- que pueden resultar positivas pulir algunos aspectos. Todo es mejorable. Saludos.
Es cierto lo que dice Marcos, cada uno tiene su estilo y eso podría parecer que repite algunos aspectos. Seguramente se refiera al comentario de otra de las visitantes del blog, pero considero algunas críticas -sobre todo las constructivas- q
Este blog tiene personalidad. ¿Que se repite? ¿en qué? Todo escritor tiene su sello, pero me encanta que esta bloguera permita las críticas.
Me encantan los bolsos de Loewe son deseables, como dice la bloguera.
Acabo de pasar por delante del escaparate de la tienda de Loewe en Plaza Nueva de Sevilla. Los bolsos flamencos son preciosos , pero lo que mas me ha gustado es que tienen toda una exposición de sus piezas de piel de vivos colores enrrolladas en los tubos esperando a que una mano experta las de forma y vida. Para mi esas piezas de piel ya tienen vida en mi imaginación. Que lujo poder acariciarlas .Desde luego la calidad se palpa.
Es curioso, creo que Loewe fue una de las marcas que formaron parte, en su momento, en el gran emporio de Ruíz Mateos, Rumasa.
Me gusta tu artículo sobre los bolsos de Loewe, estoy de acuerdo contigo en la suavidad de la napa pero la piel de años anteriores era todavia más suave.
Me gustan los bolsos, pero el texto es lo más…….
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