Libros. Agatha Ruiz de la Prada

por Clara Guzmán

 

Telademoda

Foto tomada de Internet

¿Qué esperamos de un libro cuando nos enfrascamos en su lectura? ¿Que nos entretenga, que nos informe, que nos haga reflexionar o todo a la vez y más, mucho más? Acabo de releerme Agatha Ruiz de la Prada, escrito por la periodista Dolors Massot, editado por Eunsa (Ediciones Universidad de Navarra S.A.) y he apreciado aspectos que en la primera lectura me habían pasado inadvertidos o tal vez entonces mis intereses eran otros. Es un libro periodístico, donde pasamos de la entrevista al reportaje en un estilo muy «al antiguo oficio»; o sea, clásico; es decir aquello que no se puede hacer mejor, según el torero Rafael el Gallo. Conocemos a la persona detrás del personaje, incluso en sus momentos más delicados; sí, aquellos en que fue protagonista colateral de un asunto escabroso «made in Spain». Para los ajenos a todo, la exposición pública de un vídeo íntimo de su pareja, el periodista Pedro J. Ramírez. Conocemos la austeridad de Agatha, XII marquesa de Castelldosríus, Grande de España y baronesa de Santa Pau, y las horas que le echa a su profesión, puesta en la picota por críticos de moda e incluso por compañeros de oficio.

 

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Agatha y Dolors Massot. Foto: JAE-Informativos.net

En las páginas de esta obra de obligada lectura para quien quiera estar al tanto de la moda y de sus entresijos, se nos presenta la trayectoria de esta diseñadora constante y contumaz en sus ideas. El estallido de color, que es una de las señas de identidad de Agatha Ruiz de la Prada, sirve de excusa a la autora para ponernos al tanto de las distintas teorías que sobre el color han esgrimido pintores, escritores y creadores de moda. La colorista Agatha asegura que no tardará el día en que los médicos recomienden a sus pacientes vestir de colores para combatir la depresión. Es verdad que la diseñadora ha levantado su emporio apoyándose en el trípode originalidad, trabajo y contactos. Agatha es su propia marca y es tan inherente a ella que ya su equipo se empieza a preguntar ¿después de Agatha, qué? Porque esta diseñadora nacida en Madrid, en 1960, pero de familia materna oriunda de Barcelona, causa filias y fobias. No pasa inadvertida. Dijo no se quién, porque es una frase que tiene tantos padres que mejor no citar a ninguno, que hablen de uno aunque sea mal. De Agatha se habla en este libro, pero también de marcas, de moda, de empresa, de franquicias y de todo ese entramado que permite que no se detenga el flujo creativo del diseñador. Se lee en dos mañanas de playa o piscina (eso sí, sin niños, sin pareja ni adyacentes) y está tan bien escrito que sus efectos duran más de una temporada.

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