Reportaje gráfico: Revista digital iDN

Julia Munilla creó su firma de moda por Navidad y aterrizó por primera vez en telademoda en mayo del año pasado. Ahora regresa con los turrones porque no hay nada como estas fechas para sentirse reyes magos regalando seda. La seda natural la pone esta arquitecto maña que quiso echar cimientos en la moda con su firma Julunggul, el nombre de una deidad de los aborígenes australianos. La podemos encontrar en su blog y en su tienda online www.julunggul.com, por si queremos ponerle una nota de distinción a esos detalles navideños.

«En Julunggul hacemos cualquier diseño de formas sencillas y limpias, a partir de la seda, aunque nuestra prenda más emblemática es el chal o foulard. Es reversible; por un lado es de seda estampada y por el otro, de lana fina o viscosa de un color vivo. También hacemos faldas tipo pareo, blusones, vestidos sueltos por encima de la rodilla, a veces ajustados por un fajín; chaquetas, kimonos, pantalones…En nuestras prendas tiene más importancia el tejido que el diseño».

En Julunggul se puede vestir toda la familia, porque los más pequeños también pueden disfrutar de este noble tejido. «Tenemos hasta la talla XXL, tan difícil de encontrar en todas partes, y lo mejor es que el cliente puede personalizar cada prenda: elige un diseño y lo adapta a sus gustos y necesidades. Claro que si la familia cuenta con una mascota también puede salir a la calle con una de las mantitas de seda o de punto que realizamos expresamente para ellas».

Dice Julia Munilla que la confección la realiza en España y, claro, anda metida siempre en esa lucha por encontrar el taller adecuado a sus exigencias. La seda, evidentemente importada, la adquiere en Madrid. Sus luminosos colores llaman la atención y cada persona da rienda suelta a su imaginación para transformarla en una de esas prendas que marcan la diferencia. Julia Munilla nunca ha seguido a pie juntillas la moda. Ella siempre ha ido a su aire, es una antitendencias amante de lo exquisito.

Su exquisitez la ha llevado a Julunggul, donde distintas entidades la han «fichado» para personalizar sus regalos institucionales. El Consejo de Cámaras de Comercio, la Feria de Zaragoza o la Asociación de Lucha contra el Cáncer de Gerona son algunos de sus clientes para los que ha realizados una de sus piezas estrella: los chales reversibles, por un lado  de seda estampada y por el otro, de lana fina o viscosa, pero siempre de un color vivo. Las ventajas de Julunggul son que las telas se van renovando continuamente y que los precios son asequibles.

Dice Julia que “la escasez de esta materia prima hace que cada diseño sea prácticamente único». Pero además, en Julunggul, una vez que el cliente se decide por la prenda que le interesa, ésta llega a sus manos en dos días, aunque siempre es mejor que, de cara a las próximas fiestas, los pedidos se hagan con antelación, dada la gran demanda que  esta firma tiene en estas fechas. Al no venderse en las tiendas, la exclusividad está prácticamente garantizada. Así que a seguir la ruta de la seda con Julunggul.