Tener unos Jimmy Choo (www.jimmychoo.com) es haber triunfado. Y llegar a la primavera sana y salva, también. Para qué nos vamos a andar con rodeos. Y como ahora hay que celebrar absolutamente todo, que es lo que teníamos que haber hecho toda la vida, pues la compañía de Reino Unido dedicada a la manufactura de accesorios y zapatos de lujo se ha apuntado a hacerlo. Su colección de calzado de primavera-verano es un canto a la estación florida del año, a la resurrección, al renacimiento de la vida y se llama «Euphoric glamour».
Hoy traemos a telademoda.com, para goce de mis seguidoras y del chaparrón de fetichistas con los que cuento en mi haber, un avance de lo que veremos en los pies de las más afortunadas. Según la nota de prensa, de las que mis lectores saben que soy partidaria de hacer una tesis doctoral sobre este género, Jimmy Choo marca su colección con una eufórica celebración del mundo natural y del renacimiento, sinónimo de primavera. «Conjurado- continúa- con siluetas atrevidas, formas orgánicas, colores vibrantes y una perspectiva optimista».
Es verdad que cada día deseo con más entusiasmo la llegada de tan espléndida estación y lo digo así, sin andarme por las ramas de los árboles de mi parque de María Luisa. No obstante, alabo el trabajo de mis colegas cuando escriben: «La primavera es un momento de novedad, un punto natural de renacimiento; hay una sensación de recarga, una nueva energía». En estas circunstancias se han inspirado para crear una colección vistosa, vital y optimista. Pero, ¿cómo es la colección? Pues a la vista está que los colores vibrantes se llevan la palma, porque hay ganas de adornarse, de llamar la atención, de disfrutar.
Los tacones son afilados, de esos que te elevan al cielo si sabes llevarlos con donosura y esmero. Los dedos de los pies (que tienen que ser bonitos para llevarlos al aire; de no ser así, absténganse) se estrechan hasta una punta exagerada o se cincelan de forma espectacular, llevados al extremo. Esto dice la nota de prensa, que ya saben que suelen decir cosas grandilocuentes. Los materiales, añaden, son tanto de alta tecnología como naturales. El caso es que a estas alturas del invierno nunca viene mal recrearse en lo que veremos cuando asome la primavera.