Ikea se pone flamenca

Inma Linares se alzó con el primer premio con este diseño. Reportaje gráfico: Alfredo Martínez

Pues sí, Ikea, la firma sueca que  ha revolucionado la vida doméstica permitiendo que entraran en nuestras casas color y novedad en los diseños y en las texturas de muebles, textiles y complementos a un precio asequible, se ha puesto flamenca. Flamenca porque ha aceptado la iniciativa de la Escuela Sevilla de Moda para que doce de sus alumnos, en este caso alumnas no se sabe si porque somos mayoría o por miedo escénico de los varones, demostraran que se pueden hacer trajes de flamenca con telas de cojines, manteles o cortinas. Un reto que lo pasaron con sobresaliente.

El segundo premio fue para Mari Paz Guerrero por este alegre vestido

Lo sé de buena tinta porque en esta ocasión era miembro del jurado del I Certamen de  Moda Flamenca Ikea Sevilla. Allí, en la mesa, a mi lado y comentando el alto nivel de esta juventud que viene pegando fuerte, la diseñadora de trajes de flamenca, Ángeles Verano, que ejercía de presidenta, y los directores de Ikea Sevilla Daniel Molina, y de la Escuela Sevilla de Moda, María Cañaveral. La ganadora fue Inma Linares con un original vestido realizado a partir de una tela de cojines y cortinas en estampado azul, muy femenino, acompañado de una capa, la única transgresión al traje de flamenca, pero que resaltaba la feminidad de un vestido copiado por los más grandes de la aguja.

Paula García-Junco fue la tercera en el ranking

La ganadora se llevó trescientos euros para canjear en Ikea, donde para esta temporada hay un montón de  coloristas novedades. Me quedo con dos objetos para el hogar: la mesilla de noche Vettre, en verde agua, y con ruedas, diseñada por Tina Christensen y Karl Legaard e  inspirada en las bandejas que utilizan los dentistas para guardar el instrumental. El otro,un candelabro de acero inoxidable, formando tres flores. Muy simple, pero muy elegante.

Sara Martínez le sacó mucho jugo a los manteles. Obtuvo el cuarto premio

Claro que las demás ganadoras también tuvieron su premio en metálico. En estos casos cien euros, pero en Ikea ese dinero da para mucho. Hubo tres finalistas. A saber: Sara Martínez,  que  obtuvo el cuarto premio con un vestido en el que se mezclaban los lunares blancos sobre el fondo rojo de un mantel muy «feriante», con otro tejido de motivos gráficos. Paula García-Junco se llevó el tercero y  eligió un estampado de colores salpicado de muñequitos y Mari Paz Guerrero logró el segundo puesto con un alegre traje donde el naranja era el color predominante, y los lazos los protagonistas.

El nivel académico de las alumnas de Sevilla de Moda fue muy alto

No es fácil hacer un vestido de flamenca a partir de unas telas cuyo objetivo no es precisamente hacer un diseño  femenino y sensual como es el traje regional de Andalucía, el que más innova y va acorde con las tendencias de cada momento, sin perder, eso sí, por favor, su esencia. Su esencia y su hechura de cuerpo de guitarra. Las alumnas fueron fieles a la tradición y se permitieron muy pocas extravagancias, de esas que solemos ver en algunos consagrados.

A los trajes de flamenca no les faltaba un detalle

El jurado lo tuvo difícil, muy difícil. Estas chicas estaban muy bien preparadas y la confección de las prendas era para quitarse el sombrero, ese sombrero cordobés que complementaba el conjunto del diseño ganador. Aquí hay madera que, junto con la inquietud, el tesón y una buena enseñanza práctica, como se puso de manifiesto, darán muy buenos frutos. La firma Loli Salgueiro fue la encargada de realizar los complementos de los doce diseños, siempre con los materiales y los textiles de Ikea, que a unos días de la Feria de Abril ya se ha puesto flamenca.