Hacía mucho tiempo que no se me cruzaba Ossie Clark en ninguna de mis lecturas sobre moda. Pero mira por donde aparece en la obra «Saint Laurent. Chico malo», de la periodista Marie-Dominique Lelièvre y de la que he dado buena cuenta aquí, en telademoda.com. Y sale a colación porque la autora opina que Yves se inspiró en un traje de Ossie Clark en terciopelo granate, con adornos en diagonal negros, para diseñar su primer esmoquin femenino.
“No digo que lo haya copiado, pero desde luego se inspiró en él. El primer esmoquin de Saint Laurent, similar a un uniforme de guardián y feminizado por una blusa de batista, era de terciopelo. Un creador de moda es un jardinero que planta esquejes y los trasplanta», apunta Marie-Dominique Lelièvre en su obra. Pero, ¿quién era Ossie Clark? Fue un diseñador inglés nacido en Liverpool en el año 1942 y que dio mucho de qué hablar.
Apodado el «Rey» de King’s Road, el epicentro planetario de la moda en el Londres de los 60-70, vistió a las chicas de la «jet set hippie». Es decir, que Ossie Clark fue el inventor del «hippie chic» o del «pijipi», versión castiza. Esa dejadez sofisticada que llegó de La India y que lleva varias temporadas abriéndose camino en las tendencias actuales. ¿O no les suenan estos vestidos largos y floreados que aparecen en las imágenes?
Es verdad que nada está inventado ni en éste ni en ningún otro sector. Por eso es tan importante echar la vista atrás y darle a cada cual el merecido papel que ha tenido en la alocada noria de la moda. No obstante y para ser objetivos, Ossie Clark alcanzó su éxito gracias en gran medida a la ayuda de su mujer, la diseñadora textil Celia Birtwell, con la que estuvo casado de 1969 a 1974 y con la que tuvo dos hijos.
Ossie Clark fue uno de los diseñadores señeros de la década prodigiosa. Lanzó la chaqueta de motorista de cuero con un enorme cuello, muy corta y con cremallera a un lado del delantero, que fue copiada hasta la saciedad. Produjo minishorts, maxiabrigos y vestidos de pañuelo y en los setenta sus vestidos enrollados, abrochados atrás y que dejaban un triángulo de piel desnuda en la espalda, que tuvieron un gran éxito.
Sus vestidos vaporosos y románticos de chifón (siempre con un bolsillo secreto en el que cabía una llave y un billete de cinco libras) fueron objeto de deseo para Twiggy, Marianne Faithfull o Bianca Jagger. Su vida entró en declive y el diseñador que había conquistado con sus creaciones a los Rolling Stone moría asesinado el 6 de agosto de 1996 a manos de un joven examante de 28 años, que lo apuñaló con saña hasta matarlo.