Galliano, sin atributos

Y digo yo, ¿qué debe sentir uno cuando lo despojan de la Legión de Honor, la distinción más relevante de la República francesa?  Si es un enfant terrible o más bien se ha sido, indiferencia ¿o no? El presidente francés, François Hollande, que es un hombre que debe estar en todo, visto lo visto, ha hecho más leña del árbol caído, y a través de un decreto, publicado en el Boletín Oficial del Estado, ha despojado al modista  británico John Galliano del susodicho atributo. Atributo que no está autorizado a llevar en público. En petit comité puede servirle de aderezo. Con su decisión, Hollande ha devuelto a la actualidad a la apagada estrella de la moda francesa, «missing» desde que la casa Dior lo pusiera de patitas en la calle por un episodio racista en un café del barrio de Le Marais. Dior ya tiene su nuevo diseñador, el belga  Raf Simons, ¿a qué meter de nuevo el dedo en el ojo?  Y si de Galliano no se sabe ni dónde ha pasado las forzadas vacaciones estivales, a Simons parece que le han leído la cartilla o venía con ella aprendida. Es sigiloso como un gato, discreto y contenido en sus gustos o los deja para la intimidad. Galliano, que dio tantos días de gloria a la Maison, pecó de excesivo y ahora lo único que espera es que la gente olvide ¿Olvidar cuando constantemente le están recordando que había una vez un creador artístico de la Casa Dior al que «pillaron» profiriendo insultos racistas fuera del trabajo?