A LA FERIA CON LINA 1960

por Clara Guzmán
Foto: © @blancowhitestudio

Cambio de tercio y seguimos con las fiestas de primavera. Ahora es el turno de la Feria de Abril. Las ganas de diversión, de esparcimiento, se han incrementado después de dos años de pandemia. Ya es una necesidad, dicen Mila y Rocío Montero, herederas del saber hacer materno. En 1960, Lina creó su firma de costura artesanal que la convertiría con los años, el oficio y la perseverancia, en la Dior de los trajes de flamenca, según palabras de John Galliano cuando vino a visitar su taller de Sevilla. Hoy nos vamos a la Feria con Lina 1960 y su colección para ese público joven que no quiere vestirse de flamenca, pero quiere llevar un modelo inspirado en la fiesta más universal.

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Hace veinte días que empezaron las clientas a encargar los trajes de flamenca. Es verdad que las hay que lo hacen con antelación, pero es en la recta final cuando llega el grueso de pedidos. Lo saben en todos los talleres de Sevilla y también en Lina 1960 (@lina1960oficial) donde todavía no se acaban de creer que después de dos años nos volvamos a ver en el Real. «Hay muchas ganas de Feria, de volver a la normalidad en todos los aspectos y nosotras lo que queremos es transmitir esas ansias de diversión, ahora que, tras vivir la dureza de la pandemia, valoramos más la vida y los momentos realmente importantes».

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«Para la colección de trajes de flamenca hemos actualizado los modelos de siempre, los que nos definen: Faldas enterizas, volantes de capa, protagonismo de las enaguas, tiras bordadas y en los tejidos más demandados por nuestras clientas, popelín de algodón y crepé satén, que tiene una caída muy elegante». Pero Lina 1960 ha lanzado este año una colección para el público más joven, al que le gusta alternar vestirse de gitana con llevar un vestido que no desentone porque tiene las mismas raíces. Se vende no sólo en la tienda física de la calle Lineros, 17, sino también «online» (www.lina1960.com). «Es una colección dirigida a las más jóvenes tanto sevillanas como visitantes, que a veces se ven disfrazadas de flamenca».

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«Los de lunares se han hecho en gasa y todos son diferentes. Cada uno tiene un matiz que lo hace distinto al otro, ya sea una aplicación de encaje o un volante delantero. Son a la rodilla y llevan una sobrefalda que se abre al andar y le da un toque juvenil al conjunto. También hemos lanzado faldas mantones que ya recuperamos hace diez años. Durante la pandemia nos las pidieron muchas seguidoras de fuera para trajes de novia. Unas son bordadas y otras lisas. Son diseños no sólo para ir a la Feria, sino para todo el año». Así que nos fuimos al Hotel Colón Gran Meliá para que las modelos Ana Álvarez @anaalvarezmos y María Guil García @mariamgg01, peinadas y maquilladas por Salón Store SDA Sevilla, de Secretos del Agua, los presentaran al mundo.

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«Nosotros tenemos que potenciar lo nuestro. Nuestro traje de flamenca, en el que siempre se han inspirado los más grandes de la costura, porque es femenino, favorecedor y tiene un sello especial, el sello andaluz. Es verdad que Andalucía vuelve a estar de moda. La revista «Elle» ha publicado un monográfico sobre la creatividad de nuestra tierra y ahora Dior ha elegido la Plaza de España de Sevilla para presentar su colección Crucero 2023. Qué pena que nuestra madre no lo pueda ver, porque para ella esta Casa era la mejor del mundo. Pero los andaluces nunca nos valoramos, tienen que venir los de fuera a hacerlo y a decirnos que no vendemos humo, que somos especiales».

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Rocío y Mila Montero han seguido la estela de su madre y en su taller todo es artesanal. «La moda andaluza goza de buena salud, a pesar de los dos años terribles que ha vivido el sector. Cada vez hay más diseñadores y más pasarelas, aunque creemos que Andalucía debería unificarse en una sola y contar con una Semana de la Moda. Además, se debería crear una especie de Cámara de la Moda andaluza, al estilo de la Cámara Sindical de la Alta Costura francesa.  Esta institución exige desde 1945, aunque actualizados en 1992, una serie de requisitos a cada firma para poder pertenecer a ella, donde se incluyen, entre otras cuestiones, la trayectoria, un número determinado de trabajadores o sacar dos colecciones anuales siempre cosidas a mano».

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