ELENA FREIRE: «EL DECORADOR ASESORA, NO IMPONE»

por Clara Guzmán

Elena Freire (www.houzz.es/profesionales) es el alma mater de su empresa @acheyefedecoracion. Lleva veinticinco años dedicada a la decoración de interiores y a la reforma integral de viviendas particulares e instalaciones profesionales. Una experiencia que aumenta a diario su pasión por el oficio, que es desbordante. «Estudié Decoración en el Pabellón de Chile con Javier González Sánchez-Dalp. «Javier me ha enseñado mucho, es como un hermano para mí. Nadie decora como él; es especial como profesional y como persona. Muy generoso y humilde».

«Empecé como decoradora hace treinta años en «Vaanda», la tienda de Chata Ortiz Osborne y Maca de Simón que estaba en Los Remedios, en la calle Montecarmelo. Con ese bagaje, en el año 2000 me arriesgué y me hice autónoma, guiada por mis ganas de trabajar en solitario y mi imaginación. Entonces me llamó el famoso arquitecto Melvin Villarroel para hacer dos pisos pilotos en Costa Ballena, que salieron en la revista «Mi Casa» con la estilista Lupe Grosso. No pude tener mejor comienzo».

«Decorar es llevar al cliente en mi cabeza, cumplir con sus ideas, con su personalidad, su estilo. Personalizarlo al cien por cien, asesorando siempre, nunca imponiendo. La casa es del cliente, no mía y yo lo que debo hacer es ejecutar sus ideas. Es una simbiosis total. Tengo que conocer al cliente, su forma de vida, captar lo que me pide. Haber estudiado Psicología en la carrera me ha servido de mucho. Lo malo es toda la cantidad de intrusos, cuyo objetivo es sólo cobrar y que desgraciadamente perjudican mucho a los profesionales».

Dice que no lleva ni agenda, que todo está en su cabeza. «Dedico mi energía a una o a dos obras, quien mucho abarca poco aprieta. Mi finalidad es no molestar al cliente, que vea que en la obra hay una buena organización y la fecha de entrega que pones en el presupuesto se cumple. Las reuniones previas son importantes. Cuando se llega a un acuerdo, los clientes se van y no les doy problemas. Ni se enteran, cuando sé que hay mucha gente a la que una obra le causa incluso una depresión. Lo importante es que todo se ajuste a lo pactado, sin sorpresas».

Para Elena Freire, los tres errores que solemos cometer en la decoración son el dejarse llevar por «lo que se lleva», cuando lo ideal es mezclar elementos. No saber coordinar materiales decorativos es otro de los fallos. «Una buena combinación te dura para toda la vida» y el tercero sería el comprar muebles simplemente porque nos gustan sin haber tenido en cuenta el espacio. «Luego no caben o quedan fatal, por eso es fundamental tener un equilibrio. La prioridad en una casa es un sofá, una mesa de centro, una buena iluminación y textiles de calidad. No es necesario rellenar con cuadros y adornos, porque si lo organizas bien ya tienes un buen ambiente».

Es verdad que haber pasado tantas horas en casa durante la pandemia despertó el afán por cuidar más el hogar. «Sí, las tiendas han visto incrementarse las ventas de sofás, pequeños detalles, cortinas, pero mi público suele ser gente joven que reforma una casa que tiene, por ejemplo, cuarenta años. Las casas son el reflejo de quienes las habitan. Se conoce a la gente por la cocina. Si está limpia, ordenada. Por la cocina y por el cuarto de baño. Son dos lugares con los que se identifica a la persona. A un cuarto de baño hay que darle confortabilidad. El orden es equilibrio».

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