Conocí a Daniel Rabaneda en un acto organizado por el Master Emprendedores en Moda y Comunicación de la Hispalense. Me pareció un chico tímido, ajeno a los oropeles y sensato, muy sensato. Es de Marchena, Sevilla, y triunfa en el mundo de la moda. Pariente de Paco Rabanne (que realmente se apellida Rabaneda) se siente un profeta en su tierra, donde diseña y donde hace su producción, porque dice que hay muy buena mano de obra. Ahora leo en Vogue que es candidato español al International Woolmark Prize. Para conseguirlo tendrá que pasar por la semifinal europea que se celebrará en julio en París y por la final, cuyo escenario será Pekín. El jurado, siempre muy selecto, determinará si su colección cápsula es merecedora del galardón. En sólo cuatro años, Daniel ha conseguido lanzar su propia firma de ropa y sacar al mercado seis colecciones, creaciones que han sido presentadas tanto en la pasarela exCibeles de Madrid como en La Semaine des Créateurs de París. ¿Su secreto? Saber lo que quiere y luchar por ello. La colección con la que aspira ganar este prestigioso premio es una mirada hacia sus raíces andaluzas, pero partiendo de la base de que vivimos en un mercado globalizado. Dice que ha intentado plasmar los rasgos más característicos de Andalucía, pero huyendo de lo convencional; o sea, de lo típico. Viniendo de él tiene que ser una colección diferente y, claro, muy buena.