Por fin llega el Loewe más Loewe; o sea, el de siempre. Vamos, que Loewe ha experimentado un cambio lampedusiamo; es decir, aquel que describe un círculo y vuelve a colocar las cosas en su punto de partida, al menos en apariencia. Todo cambia para que todo permanezca. Muy «gatopardismo». Tengo que reconocer que formo parte de la legión de críticos de las últimas colecciones de Loewe (www.loewe.com) la casa española del lujo por antonomasia. Sí, española, aunque ahora esté inmersa en una multinacional, el grupo LVMH. El sello, su impronta, así como su logo, siguen siendo «made in Spain».
Y el Loewe más Loewe son sus bolsos. Bolsos que siempre han sido signo de distinción y de poder económico de su portadora. Tener un Loewe era un lujo, como tener una pequeña o una gran obra de arte. Hoy traigo a mi blog telademoda.com la nueva colección de bolsos «Anagram Jacquard», ideada por el actual director creativo de la Casa, Jonathan Anderson. Los diseños están basados en el icónico anagrama de la Casa, estampado en lienzo jacquard sobre cinco modelos: «Hammock», «Balloon», «Cubi», «Horseshoe» y el nuevo tote «Anagram».
El anagrama original fue creado en el año 1970 por el pintor, escenógrafo, ceramista y diseñador, Vicente Vela, andaluz de Algeciras. Fallecido en enero de 2015 a los 84 años de edad, fue el creador de las famosas cuatro eles de Loewe. Enrique Loewe, presidente entonces de la firma, solía definir el anagrama como “la conciencia estética de Loewe”. Enrique Loewe es bisnieto de aquel artesano alemán del mismo nombre, que abrió la primera tienda Loewe, E. Loewe la bautizó, en la calle Príncipe de Madrid. Era el año 1892. Parece ser que para tan suntuoso logotipo, Vicente Vela se inspiró en el metal plegado de los hierros que se empleaban para marcar la piel del ganado.
Las cuatro eles que se convirtieron en la identidad emblemática de Loewe han experimentado modificaciones a lo largo de los años. Una de las más relevantes fue cuando el diseñador irlandés Jonathan Anderson fue fichado por Loewe en el año 2013. Entre las variantes que introdujo fue despojar de barroquismo el anagrama de Vela y darle un aire más definido y minimalista. Tuvo, como suele ocurrir, sus detractores y sus más acérrimos defensores, que veían un soplo de aire fresco a una Casa con una larga trayectoria.
La colección de bolsos no puede ser más clásica, no puede ser más Loewe, aunque con ese empeño en darle un aire contemporáneo. Cuando clásico, lo dijo el torero Rafael Gómez «El Gallo» con su desbordante e imperecedero ingenio, es «lo que no se puede hacer mejor». De esta manera contestó a un miembro de su cuadrilla cuando le preguntó por el significado del término. La colección presenta un estampado de anagramas que se repiten sobre el tejido de los bolsos «Hammock», «Balloon» y «Cubi». Gracias a su forma anatómica y adaptable, estos diseños aprovechan al máximo la utilidad del ligero y resistente lienzo jacquard. Además, incluyen una correa ajustable de piel para llevar al hombro, disponible en dos tamaños.
Los bolsos tote «Anagram» y «Horseshoe» muestran el logotipo de una forma más directa, menos sutil, anunciando la Casa a los cuatro vientos. El anagrama aparece como el único icono central en ambos modelos. La elaborada colección «Anagram Jacquard» ha sido fabricada a mano por los artesanos de Loewe en los talleres de España. Está disponible en varios juegos cromáticos complementarios: tono crudo con perfiles en «calf» tostado y tono antracita, combinado con «calf» negro mate. La colección ya está a la venta tanto en las tiendas físicas de Loewe como en loewe.com.