EL GANSO TAMBIÉN TIENE PUEBLO

por Clara Guzmán

«Me gustan los pueblos chicos de gesto antiguo/ Con gente que da la mano y saluda al sol/ Que sabe ganar la vida y ganar la muerte/ Allá me voy a vivir/ Con gente que planta un árbol y enciende amor…» Así cantaba la gran Mercedes Sosa y hoy me he acordado de esta cantante argentina al leer que la firma española El Ganso, en su XX aniversario, homenajea a la España rural, de la que procedemos todos. Y lo hace con una enternecedora campaña titulada «El Ganso también tiene pueblo», grabada íntegramente en esta pequeña localidad leonesa, homónima de la marca. La imagen de la campaña también sorprende en un mundo en el que lidiamos constantemente con el edadismo. Su protagonista es Ceferino, un pastor de 89 años, exalcalde de este pueblecito de treinta y seis habitantes censados y que inspiró a los creadores de la marca para dar nombre a su empresa.

El antiguo regidor aparece en la campaña vestido de El Ganso y feliz porque su pueblo comparta nombre con la firma, creada por Clemente y Álvaro Cebrián, dos avispados hermanos que solían pasar los veranos en Londres aprendiendo inglés. Allí se les encendió la lámpara de las ideas y crearon una firma de ropa de tendencia «british», estilosa y asequible que podría cuajar en España. Además de la entrevista a Ceferino, la campaña cuenta también con otro vídeo que recorre los paisajes más emblemáticos de la villa, con el exalcalde como anfitrión y en el que aparecen algunas de las prendas más simbólicas de la nueva colección de El Ganso para este otoño-invierno. La ubicación de este pueblecito no puede ser más atractiva: pertenece al municipio de Brazuelo, en plena Maragatería, y está en el Camino de Santiago.

Para El Ganso esta campaña es muy especial, porque refleja una vivencia personal de uno de sus fundadores. Hace veinticinco años, Álvaro Cebrián estuvo trabajando en una empresas de telecomunicaciones. Aquella primavera, con el permiso del Ceferino, instaló una antena en aquel pintoresco pueblo. Cuando, junto a su hermano Clemente, decidió crear su marca de moda se acordó de aquel animal y de aquella localidad. Ahora que cumplen dos décadas han querido homenajearla de la mano de Ceferino, quien nació, creció y sigue viviendo en El Ganso. «En la actualidad podemos decir con mucho orgullo que nosotros tenemos un pueblo y que un pueblo tiene una marca». Ha dicho Álvaro, quien está sumamente agradecido a Ceferino y a su nieta María por abrirles las puertas de su hogar de El Ganso, «que ahora es también nuestro pueblo».

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