Desigual, extraordinario

 

 

Desigual acaba de desfilar en la NYFW con su colección de otoño-invierno 2017, bautizada con el nombre   de «Extraordinary». Una colección en la que la firma catalana continúa por la senda emprendida de su madurez en colores, menos mezcla y menos intensos; en sus materiales y en su destinataria final: una mujer de cualquier edad y en cada una de sus circunstancias diarias.Una colección Desigual extraordinaria.

 

 

Según Desigual, la firma continúa su camino de evolución creativa, una evolución que va encajando perfectamente con las necesidades actuales de la mujer. Y son precisamente en ellas, en las mujeres, en las que se ha inspirado en esta ocasión. En ellas y en esa vida pretendidamente bohemia de los 60,70 y 80, que las hacía sentirse más libres y etéreas. Desigual mira atrás sin perder de vista los avances del siglo XXI.

 

 

Ni los avances del nuevo siglo ni su marchamo desenfadado y creativo, aunque con pinceladas más medidas, porque los años asientan las ideas. El desfile fue retransmitido en «streaming» a través de Facebook Live, donde previamente el público eligió el «look» de «Front Row» que llevó Erika Boldrin, una de las influyentes más de moda del momento. Ya saben, las que parten el bacalao en las redes sociales.

 

 

Pero pasemos a desmenuzar la colección. El rojo se lleva la palma en colores, aunque un rojo menos «aquí estoy yo»; es decir, un rojo apaciguador. El tartán, las flores, el punto, la inspiración deportiva, tan en boga; el estilo militar y el «animal print», que tanto odio, estarán presentes en las prendas, donde, como es habitual, se conjugarán estilos y materiales aparentemente distantes, pero que en Desigual se atraen.

 

 

Los largos oscilarán en largos desmesurados en abrigos, vestidos y prendas exteriores y cortos, muy cortos, en faldas y pichis. Veremos plumas, cazadoras perfecto, bomber, pantalón tartán, cardigans acogedores y jerséis de punto. Además del estampado que define a Desigual desde su nacimiento, hay flores multicolores y bordadas en detalles en prendas de espíritu «vintage», que rememoran ese hipismo «chic» californiano.

 

 

Las lanas cálidas, el punto, las gasas transparentes y el denim (cada vez más presente en Desigual) en azul, gris o caqui, conforman una colección, en la que los complementos ponen la guinda. Gargantillas hechas a mano, bolsos decorados con «patch» (retales de telas de colores) o tachas. En el calzado, que empieza a pisar fuerte en sus colecciones, la comodidad del botín tobillero y del zapato masculino. Extraordinario, vaya.