Porque la vida es chula, que no sólo es un eslogan de Desigual, sino un estado de ánimo, como diría Zola sobre la belleza y que acaba de adaptar Carlos Herrera para el liderazgo. Porque la vida es chula, Desigual va a presentar Learn, su colección primavera-verano 16, este jueves, a las 15:00 horas (por si les pilla allí) en The Arc Skyligth at Moynihan Station, de Nueva York. La colección está inspirada en Barcelona, donde radica la firma, propiedad del suizo Thomas Meyer, quien además vive en el barrio de El Borne, uno de los de más solera de la Ciudad Condal.
La colección es una vuelta a los orígenes de la firma, pero a lo grande, sin concesiones, como si los colores se hubieran desbordado después de estar apresados esperando su día D. Además han echado mano de dos jóvenes talentos (afortunadamente, hay quien apuesta por la creatividad), a saber: Misha Janette y Lauro Samblás, que ya serán conocidos. Todo se andará. Misha Janette ha ideado los estilismos en sus «looks» urbanos y diferentes, muy al estilo de la mujer barcelonesa, que valora la innovación y la comodidad.
Lauro Samblás, por su parte, ha sido el encargado de realizar, mediante eléctricos «collages» llenos de color y expresividad, un universo gráfico alrededor de la marca. El resultado es una colección fresca, original y Desigual elevada al cubo. Aunque es cierto que Desigual, desde su aparición en el mundo de la moda hace ahora treinta y un años, fue una defensora acérrima del color. Mientras otros apostaban por apagar la luz, ella se dedicaba a encenderla. Ahora, y después de algunos altibajos, llega a Nueva York dispuesta a brillar. Color, más color.