DELIA NÚÑEZ ESTRENA UNA LÍNEA DE HOGAR

por Clara Guzmán

Foto: © @falique_moreno_fotografo

Delia Núñez lleva cinco lustros en el mundo de la moda. Empezó con su hermana María del Mar y hace siete años cada una eligió un camino: la primera, las novias y ella, los trajes de flamenca. Unos trajes de flamenca que llevan su sello, duran en el tiempo y, como Delia reconoce, son auténtica moda sostenible. «A veces arreglo de hermanas a primas. Soy la sexta de una familia numerosa y lo veo lógico. No hay que estrenar todos los días». Pero Delia acaba de estrenar una línea de hogar (byflamencapolnunez.es), que es un volver a empezar en medio de la pandemia.

Los relaciones públicas Alfonso Candau y Carlos Telmo, luciendo los batines. Foto: © @rocioaguadophotography

«Siempre he sido una pionera. Me siento empresaria, vengo de familia de empresarios y espero que alguno de mis hijos, si los dejan, lo sea. Hay que tener pasión, dedicación, creatividad y también solidaridad. Que tus trabajadores sean tu familia. Tu empresa es tu familia fuera de casa. Como jefa soy fatal, lo de líder me queda grande, pero tiro del carro. No se me caen los anillos. Así estoy educada. En la vida hay que hacer de todo y a mí el trabajo no me asusta».

Foto: © @rocioaguadophotography

Delia no se ha cruzado de brazos. Su sector, el de la moda flamenca, está de luto. No sabemos cuándo volverán las ferias, las romerías…Así que esta mujer, que dice tener alma de león, se arremangó y dijo aquí estoy yo. «En el primer confinamiento me dediqué a hacer obra social confeccionando batas de médico. Cuando pasó y con el brutal impacto emocional, hice mascarillas y blusones para la playa. La gente agradeció la continuidad y mis clientes respondieron».

Foto: © @falique_moreno_fotografo

«En agosto pensé que no podía esperar a la Feria y creé, con la ayuda de mis hijos, de mis amigos, y con mucha prudencia, un negocio nuevo byflamencapolnunez. Es de hogar textil. Batines de caballero, de señoras, kimonos, pijamas, cojines, mantelerías, pantallas de lámparas, tapetes para jugar a las cartas…También he incorporado loza, cerámica y cristalería de Portugal y estoy vendiendo muchos regalos de boda. Sigo en Valparaíso, 18, en El Porvenir, y por ahora estoy sobreviviendo».

Foto: © @falique_moreno_fotografo

Cuando todo vuelva, voy a seguir en mi sector, aunque todos habremos cambiado. He decidido estar en la calle para ver cómo se respira. Lo que estamos haciendo es titánico. Ampliar siempre es bueno y ahora el hogar es más negocio que hacer ropa de vestir. En estos momentos, pasamos más tiempo en casa y cualquier detalle te cambia la vida. Dentro de lo negativo, el confinamiento tiene un lado positivo. Es la vuelta a la familia, a compartir tiempo con ella. Los jóvenes están aprendiendo a vivir y a disfrutar del día y, en mi caso, a tener ese punto de soledad que tanto me gusta».

Foto: © @falique_moreno_fotografo

Le pregunto a Delia qué le diría a sus compañeros de sector y es rápida al contestarme que su consejo es para todos en general. «Hay que seguir trabajando por salud mental y espiritual. Un país se construye trabajando y no esperando en casa la paguita. Vamos a quedar como Varsovia después de la II Guerra Mundial, por eso pido a la gente que pueda que gaste en el bar, en el quiosco, en cualquier detalle de mi tienda. ..Porque aunque el empresario haga el esfuerzo, sin consumo es imposible salir adelante».

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