«Desde que trabajo con fragancias, me obsesiona la idea de recrear con exactitud el mismo olor que me emocionó en algún momento de mi vida». Son palabras del diseñador español Ángel Schlesser, (www.angelschlesser.com) que acaba de lanzar al mercado su Agua de Colonia Bergamota. Dos décadas después de adentrarse en el mundo de las fragancias, Schlesser ha vuelto a apostar por el frescor. En esta ocasión ha querido «atrapar» en el frasco de Bergamota, el aroma de los jardines de la Alhambra de Granada, que tienen a esta fruta cítrica como protagonista. Porque evocar es volver a vivir lo vivido.
Un estudio científico de hace unos años aseguraba que sólo recordamos el 1% de lo que palpamos, el 2% de lo que oímos, el 5% de lo que vemos, el 15% de lo que degustamos y el 35% de lo que olemos. Nuestra memoria olfativa es tan poderosa que cuando desnudamos una fragancia se pone en marcha un frenético tiovivo de emociones. Ángel Schlesser, que, como tantos, quedó prendado de la belleza de los jardines del monumento nazarí, le encargó al sevillano Alberto Morillas el reto olfativo de recrear ese instante. Este es el origen del agua de colonia Bergamota de Ángel Schlesser. Ligera, natural y con un aroma refrescante y duradero. Eterno, como la Alhambra.