Karl Lagerfeld es ese diseñador que parece ir a tientas, claro que si es del brazo de Carolina de Mónaco las tientas están seguras. Sempiternamente parapetado tras unas gafas de sol llueva, truene o esté el Lorenzo en su plenitud, acaba de lanzar una nueva colección de bolsos para el próximo otoño-invierno 2012-13. No sé si será porque nos hemos vuelto exigentes o porque con la que está cayendo -frase hecha que estoy aborreciendo- va a pasar de moda mirar con deseo lo que antes era casi obligatorio poseer, el caso es que a mí los bolsos de Karl, para entendernos, ni fú ni fá.
La colección, que para los fanáticos de este alemán se vende en exclusiva en www.karl.com, gira en torno a cuatro colores, el blanco, el negro, el plata y un destello de rojo para animar el ambiente. Cada uno de sus modelos va provisto de infinidad de bolsillos y compartimentos. No sé si por esa obsesión que nos ha dado a todos de guardar. El que guarda, halla, se decía en la España de los tiempos de la peseta. Ahora, en los años del «eurocero», se debería apostillar: si es que se tiene algo que guardar.
Existen cuatro modelos básicos con sus respectivos nombres. A saber: Kamera bag, que es unisex, y que, como su nombre indica, ha sido creado para transportar la cámara de fotos. A los recién llegados a este blog hay que decirles que Karl Lagerfeld es un buen fotógrafo. Lo suyo va mucho más allá de la afición. Tan allá que en ocasiones es mejor captador de instantáneas que diseñador de moda.
Luego tenemos el Kinectic bag, un bolso pensado para el día a día, como se dice hoy, y que viene a ser lo que antes era para todo trote. Tachuelas y flecos son sus signos de distinción. Krumple bag, con el logo de Karl, es otro de los modelos con un estampado de camuflaje, que también se puede encontrar en versión monocromática para ir de compras o de fin de semana. Y por último el K Zip bag, que es un clutch de noche, con acabados en vinilo en blanco y negro para jugar con los contrastes y las proporciones. Ahora sólo hay que decidirse.
11 comentarios
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Ohhhhhhhhhh, estan muy lindo todos, a mi me gustan, lo que pasa es que hay que saberlos llevar y colocarles el atuendo adecuado.
Has acertado de lleno Clara, la belleza de los bolsos de karl hay que entenderla, aunque yo de momento no la he entendido. Eso sí me encantan los bolsillos al igual que me encantan los muebles con cajones. Sera porque así lo veo todo más ordenado y más a la mano.
No tienen ninguna gracia, parecen copias de recopias y mas vistos que el tebeo… Últimamente estoy cogiéndole el gusanillo a los bolsos que por ahí dicen que son los nuevos zapatos.
Como era eso de …. «habeilos hailos o caso es encontrailos» me refiero a los €uros claro.
Clara: Estoy de acuerdo contigo , no me gusta ninguno.
Prefiero los de la firma Loewe.
Que criticonas. Pues a mí si me los regalan no les hago ascos…
Yo creo que lo que pasa es que hay una sensación de deja vu. Nos suena a manido. A mí me gusta el de flecos y punto.
Los veo y me dicen que son de Perico el de los Palotes y no me gustan. Me dicen que es de Lagerfeld y les encuentro algo, seguro. Somos así.
Hola, totalmente de acuerdo con Olga y con la bloguera. Yo no soy tan generosa y por no gustar mo me gusta ninguno. He visto bolsos con más estilo. Ya está bien de decir amén a todo lo que hacen los grandes. Que me gusta este blog.
¡el rojo no me gusta nada! de estos cuatro,me quedaría con el de flecos y el de camuflaje.Pero,sinceramente,estoy totalmente de acuerdo,ni fú ni fá.Pero siempre llegarán los entendidos en moda y nos tirarán de las orejas y dirán que no tenemos ni idea de moda.Pues vale,no la tenemos.E imagino que valdrán un pastón.He visto bolsos,por ejemplo,de moschino(si no recuerdo mal,uno beige con tachas preciosooo),que me parecen mucho más bonitos.O los de Prada del otoño que viene,que me encantan.Un beso!
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