¿Qué quiere decir vintage?

Todo el mundo habla, todo el mundo dice, todo el mundo, todo el mundo…, pero ¿sabe todo el mundo qué significa vintage?, ¿qué es vintage y a qué se refiere cuando saca a colación la palabra? Algunas voces autorizadas ya lo han ubicado, como por ejemplo Lorenzo Caprile,  alma máter de la Feria de Moda Vintage de Madrid.

Vintage es un término tomado del inglés, procedente a su vez del latín (‘vindemia’), para designar cualquier objeto antiguo, de diseño artístico y una factura de calidad. Eso pone en el  wikipedia, que es como el Larousse cuando no tienes el Larousse a mano. Lorenzo Caprile, que además de ser un buen diseñador, es una persona con las ideas claras, añade que vintage es un término que procede del mundo del vino y su traducción aproximada sería añeja.

 Lo escribió en Yo Dona (porque al César lo que es del César), pero servidora, siguiendo con la procedencia de la palabra, diría que vintage es lo que tiene solera.  «Para la industria – añadía Caprile- supone una pequeña contradicción porque, ¿puede algo viejo, antiguo y pasado de moda…estar de moda, valga la redundancia? La respuesta es sí, siempre y cuando lo denominemos vintage. Hay cientos de definiciones y explicaciones sobre el concepto, pero para resumir, yo identifico como tal  a toda prenda o complemento con más de veinticinco años de antigüedad.  Hoy, cualquier cosa del ochenta y tantos para atrás puede lucir sin ningún complejo la etiqueta».

Pasión vintage

Esto lo decía Caprile, que es una persona sensata, pero ¿por qué esa fiebre, esa pasión vintage de un tiempo a esta parte? La respuesta vendría a ser una reacción cada vez más extendida a la globalización de la moda, a ese borreguismo no sólo en la ropa sino en la decoración que, con un pretendido marchamo de democratización, ha tiranizado al consumidor. Cuidado también con el vintage. Si se masifica pierde su esencia.

Volviendo a Caprile, el creador del vestido de novia de la Infanta Cristina aconseja a quien quiera iniciarse en el vintage que empiece por los complementos. «Nunca fallan y suelen tener precios asequibles.  Atesora pañuelos estampados en twill de seda; colecciona esa maravillosa bisutería americana de los años 40; busca en el Rastro (de Madrid)  esos prendidos y tocados  de flores, con unos matices y colores imposibles de lograr en la actualidad; rastrea esos deliciosos bolsos de los años 20 y30 con sus boquillas de metal  forjado y sus flores y flecos de cristal y pedrería. Son accesorios únicos que nunca fallan y personalizan y dan valor incluso a la prenda más anónima de Zara o H&M» .

Anticuarios de la moda

Es cierto, pero además esas piezas únicas distinguen y evitan ir uniformada. He ahí una de las claves del estilo, de ese que permanece por encima de las modas, según Chanel  ¿O es que no da cierta alegría entrar en una casa y ver que afortunadamente no está decorada a imagen y semejanza de Ikea? ¿O no es gratificante ver que alguien se ha salido del carril y no lleva la misma ropa  o complementos que los demás, sin necesidad de haberse empeñado?

Pero como todo en esta vida, el vintage tuvo un pionero. Se trata de Didier Ludot, un burgués de París que en la década de los setenta solía acompañar a su madre a las pruebas de su modista. Fue ahí donde tuvo la revelación: La ropa de calidad sería mucho más valorada con el paso del tiempo. Entonces se dedicó a acumular restos de prendas confeccionadas con patrones, cortes y tejidos de calidad, muchas de ellas firmadas por Balenciaga, Dior, Chanel, Poiret o Lanvin. Ludot, desde su famosa tienda de Palais Royal, es en estos momentos uno de los mayores coleccionistas de alta costura vintage más importante del mundo. Luego se sumarían muchos más en una profesión que bien podría denominarse anticuarios de la moda.