Vuelve la firma Maksu (www.shopmaksu.com) por aclamación a telademoda. Queríamos saber sus propuestas para el retorno laboral metidas de lleno en un calor insoportable, como son todos los calores desde que llegó el cambio climático. Han elegido, por ejemplo, los trajes sastre que siempre son bienvenidos. Son cómodos, tienen estilo y nos resuelven en un plisplás la eterna duda del qué me pongo para acertar sin pasarme. Se apuntan a la variedad para evitar la despiadada monotonía de la vuelta a la rutina. Maksu es una marca española, cuyos integrantes tienen un intenso y fructífero bagaje en el sector. Sus prendas los delatan. La experiencia sigue siendo un grado se ponga como se ponga la inteligencia artificial.
En Maksu dicen que hacen asequible la exclusividad sin saltarse a la torera ninguna de sus fases. A saber: apuestan siempre por la máxima calidad de sus tejidos y la confección artesanal en sus colecciones, para lo que utilizan telas italianas, sedas, fibras de lujo y piezas únicas hechas a mano. Unos buenos cimientos para construir esta marca, que se lanzó al mercado vía «online» en 2019, enviando sus colecciones a cualquier parte del mundo. Un año después abrían una tienda en un sitio de campanillas: la calle Lagasca, 50, en el emblemático y portentoso barrio de Salamanca de Madrid. La reina Letizia ya ha vestido uno de sus modelos y, como todos sabemos, es la mejor forma de constatar que van por el buen camino.
Para este intenso veroño, que al parecer se va a instalar un tiempo entre nosotros, se han inclinado, además de por los sastres, como el verde hoja que nos acompaña, por monos o conjuntos de dos piezas. Son lisos o con estampados originales y florales en tonos otoñales, como marca el calendario. Es evidente que Maksu no sigue las tendencias. Lo suyo es la moda, no las modas. Lo suyo es pervivir en el tiempo anteponiendo la calidad a la cantidad. Maksu se ha propuesto mezclar, en un sólido cóctel, moda, arte y diseño para reafirmar que, además de economía, estética, antropología o sociología, este sector, que representa en España el 2,7% del Producto Interior Bruto (PIB), es cultura.